Los preparativos

Para mi sorpresa son demasiadas las cosas en las que hay que pensar antes de empezar un viaje (documentos, rutas, hospedaje, alimentación, vestuario, dinero, los amigos, la casa, el trabajo...).  Los dias vuelan y a veces pienso que el tiempo que me queda disponible no es el suficiente para hacerme cargo de todo lo que debo, tengo, quiero, necesito -ya ni se- tener listo para arrancar con tranquilidad.  Es toda una preparación física y mental que creo no finaliza en ningún momento.  

En lo primero -lo físico- voy bien, o por lo menos voy "avanzando satisfactoriamente" (como dirían los profesores del colegio).  Ya me hice cargo de renovar mi pasaporte (para algunos paises necesitas tener por lo menos 6 meses de vigencia en el pasaporte); tramitar el pasado judicial y apostillarlo pues como saben, a los colombianos nos exigen ésto para el ingreso a Ecuador; solicitar el certificado de vacunación contra la fiebre amarilla y tétano (obligatorio para circular por algunos sectores de América del Sur) y finalmente, conseguir los artilugios (dicese de los objetos) que se necesita o se desea llevar en la mochila. Aún estoy pendiente de adquirir un  seguro médico (por si acaso, pero ojalá no necesite usarlo) y el carnet de hostelling international (recomendado infinidad de veces para conseguir hospedaje económico, aseado y seguro).

Para lo segundo, lo mental, no hay quien te prepare.  Las preguntas van y vienen en mi cabeza todo el tiempo: ¿vale la pena gastar mis ahorros en un viaje?, ¿y si me equivoco?, ¿cómo será el viaje?, ¿donde voy a guardar el dinero para que no se me pierda?, ¿mejor ir sola o en grupo?, ¿si me enfermo?, ¿que tal será la comida?, ¿donde voy a dormir?, ¿que sitios conoceré?, ¿podré disfrutar el viajar por tierra tanto tiempo?, ¿llevo suficiente dinero?, ¿qué pasará cuando regrese?.... son miles de inquietudes y ni una sola respuesta a la vista a pesar de la cantidad de información que me han dado otros viajeros.

El blog...ha sido una decisión tomada después de mucho pensar y finalmente, me decidí a hacerlo porque siento que calma un poco la ansiedad antes de viajar, además, me permite organizar mis ideas, ver cómo se materializa el viaje, motivar a otras personas a recorrer el mundo, y creo, me servirá de compañía al ponerme en contacto con amigos y desconocidos.