domingo, 6 de febrero de 2011

Otavalo


Hasta ahora el sitio que más me ha gustado.  Otavalo es una ciudad donde el 70% de la población es indígena y aún conservan su vestimenta tradicional.  Es fácil reconocer quienes son los indígenas adinerados y cuáles no lo son tanto debido principalmente a sus joyas elaboradas en oro y coral para los ricos y en plástico dorado y coralina para los demás.  Los hombres usan el cabello largo trenzado y las mujeres mucho más largo envuelto en una faja de tela de colores. Parece que los niños cargados en la espalda hicieran parte del vestuario, pues la mayoría de ellas tienen bebes, de los cuales no he visto llorando al primero hasta ahora.  

Los otavaleños son a Ecuador, lo que los paisas a Colombia... regionalistas extremos y buenos comerciantes.  En ésta ciudad hay cientos de turistas a diario y especialmente los sábados que es el día principal del Mercado Artesanal, el cual tiene fama mundial y está catalogado como uno de los cinco mejores mercados artesanales de América.  Este mercado se realiza en la Plaza de Ponchos y se extiende varias cuadras alrededor, los precios más altos se encuentran en la parte central, y disminuyen hacia la periferia.


Aquí entre a conocer el hostal más barato que he visto en mi vida, se llama "el Che Guevara" y vale 1.50us la noche...espero no tener que dormir nunca en un lugar así, pero al conocer este sitio, finalmente comprendí cómo hacen algunos mochileros para gastarse diariamente sólo 5us incluyendo hospedaje, transporte y alimentación.  


Oscar, un caleño que se sabe Otavalo de memoria me llevo a conocer la Cascada de Peguche, la cual es sagrada para los indígenas locales y en sus aguas realizan baños rituales de purificación para celebrar el Inti Raymi durante el solsticio de verano en el mes de junio.  Es una cascada imponente y por uno de sus costados escalamos hasta salir al otro lado de la montaña por donde caminamos aproximadamente 4 kilómetros hasta llegar a Agato, donde nos topamos con la celebración de un matrimonio indígena, cuya mayor diferencia con el matrimonio católico es que la comida no la brinda la pareja, sino que se vende a los invitados, los cuales, además, ocupan sus asientos después de que los novios y sus padres se han sentado.  En éste  pueblo queda el Lago San Pablo...inmenso y helado.  Al regresar, caminando por otra montaña tuve una vista impresionante de Otavalo enmarcado por los volcanes Cotacachi e Imbabura.

Fue una semana genial rodeada de gente muy bacana (locales, extranjeros y compatriotas), además, entre tanto intercambio comercial se me despertaron los genes paisas y hasta gané dinero haciendo llaveritos de tagua y dando clases de salsa. 


El día antes de dejar Otavalo con los nuevos amigos, el mejor hostal en el que me he quedado y las delicias del bar "El Fauno", fui a conocer Cotacachi, un pueblo famoso por sus artículos en cuero hechos a mano.  Recorrí las calles, entré a los almacenes y me antojé hasta más no poder, pues definitivamente, la opción de comprarme la super chaqueta de cuero (que sale muy barata) no es viable porque mi mochila ya va llena y pesada.


Finalmente, y no muy convencida de querer irme de Otavalo (donde me siento como en casa), logro ir a la terminal de transporte y tomar un bus a Quito, porque como dice un rolo-artesano-mochilero, con quien estoy totalmente de acuerdo... de Otavalo sal si puedes. 

Nota:  Si van a Otavalo les recomiendo el Hostal El Geranio.

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