viernes, 4 de febrero de 2011

Tulcán


De Ipiales al puente de Rumichaca (frontera Colombo-Ecuatoriana) hay 15 minutos.  Crucé la frontera sin ningún inconveniente a pesar de todas las advertencias que me habían hecho sobre lo malaclases que podían ser los policias ecuatorianos.  Solamente me pidieron mis papeles y nisiquiera me revisaron la mochila, así que en menos de 1 hora ya estaba en suelo del "país hermano".   

Ahi  en la frontera tomé un bus que en 15 minutos me dejó en Tulcán donde hay poco, muy poco para hacer, sin embargo, no quería perderme su único (pero hermosisimo) atractivo: el Cementerio que es Patrimonio Nacional debido a sus esculturas vivas en pino, que son podadas permanentemente por diestros jardineros que evitan que las ramas se salgan de su sitio.  Con respecto al dicho ecuatoriano, estoy totalmente de acuerdo "el cementerio de Tulcán...es para morirse!".    

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