jueves, 3 de marzo de 2011

Un poco de arqueología... Chiclayo y Trujillo


Si Perú tiene fama por su deliciosa gastronomía también la tiene por la cantidad de hallazgos arqueológicos en sus tierras (aqui se abre un hueco y se encuentra una pirámide, jajaja), algunos de gran importancia en las cercanías de Chiclayo y Trujillo, razón por la cual incluí ambas ciudades en mi ruta.

Chiclayo es una ciudad grande con mucho comercio, calles llenas de moto-taxis y rodeada de grandes plantaciones de caña de azucar y arroz.  Aqui recorrimos (los peruanos y yo) la Plaza de Armas y nos dirigimos a Túcume para observar las 26 pirámides que se encuentran en éste valle, entre las que estan: Huaca Larga (estructura de adobe más grande de Suramérica con 700 metros de longitud) y Huaca las Balsas a la que nos fue permitido ingresar y observar el trabajo actual que realizan en ella.  Todo hay que decirlo, y me acabo de enterar que las pirámides no siempre tienen la forma de las egipcias, sino que también existen las pirámides truncas (del estilo de todas las encontradas aqui) las cuales no finalizan en punta sino que son planas.    

Continuamos el camino a la ciudad de Ferreñafe para visitar el Museo Nacional Sicán que es el resultado de la investigación del Complejo Arqueológico Batán Grande donde se encuentra la antigua capital de la cultura Sicán.  Esta cultura, también conocida como Lambayeque, se formó después de la decadencia de la cultura Moche y sobresalieron por su arquitectura, orfebrería y sistemas de irrigación.  El museo tiene en exposición permanente el ajuar (litera, vasijas, piedras preciosas, conchas spondyllus, joyas, ornamentos rituales...) de una tumba de élite excavada en la pirámide Huaca Loro.

Finalmente, visitamos el Museo de Tumbas Reales donde se exponen los hallazgos originales del Complejo Arqueológico Sipán: el Señor de Sipán, Sacerdote, Viejo Señor de Sipán y otras tumbas importantes de la élite Moche.  Este hallazgo es uno de los más importantes descubrimientos arqueológicos del Perú pues contiene las primeras tumbas intactas (es decir, que no fueron profanadas por huaqueros) lo cual permitió el estudio de la estructura social, ritos y costumbres de esta cultura preincaica.
Todos los sitios visitados en Chiclayo fueron espectaculares, sin embargo, este último museo es IMPRESIONANTE debido a la cantidad de piezas excibidas, tales como orejeras, narigueras, pectorales, tocados, cuchillos, armas, collares... en oro, plata, cobre y piedras preciosas. Igualmente, los elementos en cerámica y murales expuestos dan una idea del esplendor y desarrollo de ésta cultura.

Continuamos la ruta sur y llegamos a Trujillo, también conocida como la "Ciudad de la Eterna Primavera" (que??? no, no, no, la ciudad de la eterna primavera es Medellín...en Trujillo hace muchisimo calor).  Aqui dormí en el peor hotel hasta el momento, pues resultó ser un motel, sin embargo, el cansancio fue más y no importó dormir con espejos en el techo, sirenas grabadas en las puertas de la ducha, afiches de mujeres desnudas, en fin...un antro, pero era tarde y nos quedamos ahí.  A la mañana siguiente, debí separarme con mucha tristeza de los peruanos pues ellos tomaban un vuelo de regreso a Lima.  
Por mi parte estuve recorriendo las calles del centro de Trujillo, la Plaza de Armas donde un señor me contó la historia del Monumento de la Libertad al rededor del cual se levanta dicha Plaza y desayuné en la Juguería San Agustín (mmmmm deli).  Quería recorrer más sectores de la ciudad, pero ésta me ha parecido bastante insegura, hay un policia cada 4 o 5 metros y todo el tiempo te estan advirtiendo que uses el morral hacia adelante y que no te alejes mucho de la plaza, razón por la cual decidí ir a conocer la Huaca Arco Iris (cuyo mayor atractivo es que unos estudiantes trataron de destruirla hace algunos años tirandole piedras) y la Huaca de la Luna que fue el principal complejo político-ceremonial de la cultura Moche (la misma del Señor de Sipán).  Las formas y colores de los murales en alto relieve son lo que más llamaron mi atención, sin embargo, para mí fue mucho más espectacular poder presenciar "La Marinera" (baile típico de la costa peruana) ejecutada por los campeones del concurso nacional de dicho baile. También pude ver los bailes típicos del centro del país (Huayno), de Lima (Vals) y de la población negra.  En definitivas, el folclor del Perú es hermoso.  

Luego, me dirigí a otro Patrimonio de la Humanidad, Chan Chan, la ciudadela de barro más extensa de América perteneciente a la Cultura Chimú quienes fueron posteriores a los Moche y además, colonizados por los Incas.  La ciudad tiene su atractivo, pero no se si ya estoy cansada de ver ruinas o no me gustó el hecho de que está restaurada en un gran porcentaje.

Finalmente, me dirijo a Huanchaco para conocer los famosisimos "caballitos de totora" que son embarcaciones diseñadas para las faenas de pesca... me quedo disfrutando del atardecer desde un muelle artesanal en compañía de Mari (inglesa), Miguel (peruano) y Carlos (peruano).  Damos media vuelta y dándole la espalda al sol nos alejamos para continuar nuestros caminos.  Mari pasará la noche en Huanchaco, Miguel se dirige a Cajamarca, Carlos regresa a Trujillo y yo, tomo el transporte hacia la capital peruana...Lima, aqui voy!!


1 comentario:

  1. Buenísima la clase de arqueología. Gracias
    me estoy desatrasando de tus entradas. o mejor de tus salidas.
    luzma Sierra

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