jueves, 31 de marzo de 2011

La tercera frontera...Perú - Chile


"¿qué estoy haciendo en Chile? ¿porqué no fui al Lago Titicaca ni al Cañon del Colca? Si Cuzco queda tan lejos de la frontera, ¿porqué estoy en Iquique?" ... respuesta:  Nunca sabes cómo te va a afectar la altura, y para mi, los casi 3.500msnm de Cuzco, me causaron los suficientes malestares para desistir del Titicaca y de Bolivia (por lo menos en ésta ocasión)... y modificar el resto de la ruta. 

Además, para este momento ya llevo dos meses de viaje y empiezo a sentir el cansancio de las largas horas en bus, la pesadez en el estómago por los cambios en la alimentación y la nostalgia de mi cama, los amigos, la comida de la tierra...  Así que decidí darme un gustico y cuando menos pensé tenía en mi mano un tiquete (primera clase) directo de Cuzco a Tacna, pues según yo, al estar al nivel del mar y a unos pocos días de la casa de mi hermano (Nicolás) en Santiago de Chile me sentiría renovada para continuar la travesía. 

Esta decisión me costó no conocer el Lago Titicaca, ni sus islas de totora, ni Arequipa (segunda ciudad más grande de Perú) ni su famosisimo Cañon del Colca (cañon más profundo del mundo), pero la nueva ruta me llevó a Iquique, al Valle de Elqui y al concierto de U2 que no estaban en mis planes, definitivamente, esto de viajar sin rumbo fijo me encanta.

La frontera entre Perú y Chile es muy diferente a las que he cruzado hasta ahora, es mucho más organizada, estricta y aqui si existe la posibilidad de que no te dejen ingresar al país por varios motivos, siendo uno muy nombrado el racismo.  Como dijo el taxista con quien crucé la frontera "pues es colombiana, pero blanquita, de más que no le ponen problema" (blanquita? si esto es lo más bronceada que he estado en mi vida!)... y pues no me pusieron obstáculos, espero que por otras razones diferentes al color de mi piel.

Al cruzar esta frontera llevaba 17 horas de trayecto, pero no habia escuchado buenos comentarios acerca de Arica (primera ciudad chilena que antes pertenecía a Perú) así que tomé otro bus y cuatro horas después estaba en Iquique (luego les cuento de éste sitio).  

Llegar a Chile es dificil, no solo por la cantidad de horas que requiere, sino también porque cambia la hora (razón por la cual estuve a punto de perder mi primer bus chileno) y además, empieza a doler el bolsillo, pues 500 pesos chilenos son casi un dolar, es decir, casi 2.000 pesos colombianos.  Ya entiendo el motivo por el cual pocas personas mochilean en Chile...es muy caro!!, pero hermoso, así que veré hasta donde me alcanza el presupuesto.

domingo, 27 de marzo de 2011

Machu Picchu


No soy fanática de los sitios turísticos, sin embargo, Machu Picchu ha estado en mi lista de "lugares por conocer" desde hace muchos años, así que fue absolutamente descrestante poder estar ahí, caminar entre los cientos de muros y terrazas, sentarme a escribir, observar el paisaje, respirar y sentirme en la cima del mundo a pesar de no estar en una montaña muy alta (2.453msnm).  

Para subir a Machu Picchu primero hay que llegar al pueblo de Aguas Calientes que esta en la base de la montaña.  Para llegar a Aguas Calientes hay tres formas: en tren, por el camino del Inca o por la ruta de contrabando.  Mi idea inicial era hacer la ruta de contrabando (tomar varios transportes entre pueblos cercanos, luego caminar tres horas por las vias del tren y finalmente, caminar dos horas a Machu Picchu), pero fue imposible por que las carreteras estaban cerradas debido a derrumbes.  Hacer el camino del Inca no era una opción para mi, pues no estaba preparada ni mental ni fisicamente para una caminata de 4 días con pasos de hasta 4.500msnm (en el futuro espero hacer este trayecto), así que tomé el tren (mi primer viaje en este medio de transporte, yupi!!) el cual es un atraco a mano armada (el pasaje más barato para extranjeros es 70 dólares ida y regreso) y los ingresos no van para las personas de la zona, ni siquiera para los peruanos, sino para los chilenos quienes son los dueños del tren (y de otras cosillas del Perú, razón por la cual no se llevan muy bien).

Sin importar cual de las tres rutas elijas en Aguas Calientes se debe comprar un tiquete de entrada a Machu Picchu que vale 126 soles ($87.000). En resumen, después de 2 horas en comby para llegar a Ollantaytambo, más de una hora de tren hasta Aguas Calientes y 30 minutos de bus... llegué a Machu Picchu y tomé mi mapa del lugar para conocer primero las rutas alternativas, es decir, aquellas que la gente casi no visita porque toman mucho tiempo.  Caminé por uno de los caminos del Inca tres horas aproximadamente y conocí "el puente del Inca", el Intipunku o"puerta del sol", la montaña Machu Picchu, un sector de piedras gigantes que parece no tener ningún nombre asignado y la base de Waynapicchu (montaña cercana que siempre esta como fondo en las fotografías).  Digo la base pues no pude subir porque ya se habían apuntado las 400 personas que pueden ingresar cada día, así que éste sector lo conoceré cuando merezca observar el amanecer desde ahí después de haber subido por el camino del Inca. 

Al finalizar las rutas alternativas y con el fin de no gastar más dinero dediqué el resto del día a la "piratería de tours", es decir, caminaba sin rumbo fijo y en cada lugar esperaba a que llegara algún tour (en inglés o español que son la mayoría), escuchaba la explicación y luego seguía hacia otro sitio.  Al principio estaba soleado el día así que habían docenas de guías turísticos con sus respectivos grupos, pero luego, empezó a llover y la gente desapareció por lo que pude disfrutar de Machu Picchu casi desolado, en silencio, con neblina baja que daba la sensación de que la ciudad estuviera suspendida en las nubes, y además, pude observar cómo funciona el sistema de drenaje del lugar al cual se le atribuye que la ciudad perdure en el tiempo. 

La misma lluvia, hizo que por unos minutos me resguardara cerca del Intiwatana (observatorio astronómico) y ahí tuve la suerte de conversar con una de las personas encargadas de la conservación y restauración de este Patrimonio de la Humanidad así que tuve información privilegiada y pude resolver varias de las inquietudes que tenía sobre esta Nueva Maravilla del Mundo (declarada como tal en el 2007). 

Solo puedo decir que no tengo palabras para hacerle justicia a la belleza e imponencia de Machu Picchu, "montaña vieja" si se traduce al español o "la ciudad perdida de los Incas" como la llamó Hiram Bingham cuando la descubrió en 1911.  Ninguna fotografía puede captar el encanto de su paisaje ni la energía presente, así que a quienes no conocen...les recomiendo que empiecen a hacer planes para ir antes de que la cantidad abrumadora de visitantes termine destruyéndolo; ese día espero que a ustedes también les llueva para que puedan disfrutar de ese Machu Picchu que ninguna agencia de viajes ofrece y que pocos se animan a presenciar, ese lugar que más que una fortaleza parece un santuario pero que definitivamente, es una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería.

sábado, 26 de marzo de 2011

La capital del imperio Inca: Cusco



Supongo que éste largo trayecto de 15 horas en bus, es el primero de muchos otros, sin embargo, Cusco vale la pena, es una ciudad bonita con un centro histórico espectacular.  Creo que podría ser el escenario perfecto para un cuento, tiene una Plaza de Armas (parque principal) inmensa donde el pasto es muy verde y hay árboles, una fuente y miles de flores de colores.  Al rededor hay arcos coloniales y cuatro iglesias, siendo la más importante la Catedral.  Una vez más tuve buena suerte y logré entrar a la Catedral sin pagar, pues aqui en Cusco todo tiene un precio (bastante alto en mi opinión), así que para no descuadrar mucho mi presupuesto decidí simplemente caminar.  Me llevé una gran sorpresa al descubrir que hay muchisimas callesitas pequeñas y callejones alrededor de la Plaza que  nunca sabes a donde te van a llevar pues no salen en los mapas turísticos.  Pasé 3 dias recorriendo estas calles, entrando a los cafés, tiendas, galerias, restaurantes, plazas pequeñas e inclusive un museo de la coca.  A diferencia de Colombia, aquí se sienten orgullosos de esta planta, pues no solo ayuda a respirar mejor a los casi 3.400 msnm de la ciudad (tomandola en té o masticándo las hojas), sino que la utilizan para muchos otros productos como galletas, chocolates, licor, protector labial, harina, artesanías, entre otros.

Hay variedad de productos artesanales, entre ellos los tejidos hechos con el pelo de la alpaca (animal propio de los Andes) que nunca antes había visto.  De nuevo quiero comprar de todo, pero ni modo, compro lo necesario: guantes y escarpines (calentadores de tobillos) para aguantar el frio -empiezo a darme cuenta que mi vestuario no es el apropiado para estas temperaturas-.  Además, la altura es un tema de cuidado, el primer día tuve malestares, pero me fue mejor que a otros del grupo a quienes el malestar les duró 2 o 3 días.  Se recomienda, tomar mucho líquido, té de coca, domir al llegar, comer liviano, caminar despacio y nada de licor ni cigarrillo.

Hay muchisima oferta de sitios interesantes alrededor de Cusco, directamente relacionados con los Incas, deportes extremos y experiencias "chamánicas", pero definitivamente me toca elegir entre todas estas opciones o Machu Picchu... mi decisión: la Ciudad Inca, pero eso es otra historia.

PD:  Hostales recomendados en Cusco:  Che Lagarto (lo hay en varios paises de suramérica) y Loki.

viernes, 25 de marzo de 2011

Nasca o Nazca (da igual)


La verdad es que Nasca no estaba contemplada en mis sitios de interés, pero estando en Huacachina conocí a Shana (estados unidos), Ciara (Grecia) y Courky (Australia) quienes la tenían incluída en su ruta, y sin pensarlo mucho decidí unirme a ellos para conocer las famosas Líneas de Nasca, que es el único atractivo que le encontré a esta ciudad.  

Las Líneas de Nasca se encuentran en 500 km2 y tienen más de 2000 años de antiguedad.  Son enormes figuras (más de 1.200 entre figuras geométricas, lineas rectas, animales y plantas) dibujadas en la arena y se les considera uno de los más grandes misterios arqueológicos del mundo, pues hasta la actualidad no se sabe exactamente el propósito de estas y debido a que sólo se pueden apreciar desde la altura han sido blanco de especulaciones que incluyen, entre otras, un origen extraterrestre.  Dos teorías más aceptadas dicen que corresponden a un calendario astronómico con fines agrícolas o que fueron hechas por los indígenas de la cultura Nasca con fines rituales (para que fueran observadas desde el cielo por sus dioses)... en mi opinión, ni idea, pues el tour no me dió ninguna claridad al respecto. 

El caso es que la única forma de observarlas por completo es volando sobre ellas, a menos que solo quieras observar dos figuras, el árbol y las manos, y lo hagas desde una torre destinada para ese fín (opción que recomiendo).  Nosotros tomamos la primera opción, que es carísima y no vale la pena a menos que exista un profundo interés en éstas líneas. 
En "gringo price" (costo inflado de cualquier artículo o servicio cuando es para un turista) el costo del vuelo era de 145 dólares, pero gracias a que hablo español y una que otra habilidad de negociación nos salió a cada uno en 100 dólares. 
Al siguiente día sin desayunar (aspecto en el que insistieron mucho los del tour) despegamos en un avión pequeñito con ventana para cada uno de los 12 pasajeros y la respectiva bolsa plástica para vomitar, pues el vuelo de 35 minutos es una tortura, más parece una demostración de acrobacias aéreas que cualquier otra cosa.  En definitiva, pude ver 11 figuras (árbol, manos, colibrí, mono, ballena, astronauta, perro...) y cientos de líneas impresionantemente grandes y simétricas.

Sin embargo, lo mejor de Nasca: el Hostal Walk On In, aquí llegué con Ciara, Shana y Courky, y nuevamente me encontré con los Holandeses.  Además, conocí a Erik (francés), Loren (inglesa) y Keith (inglés).  Salimos todos juntos a comer y luego, nos sentamos a conversar en la Plaza de Armas, pueden creerme cuando digo que parecía la Torre de Babel... entre todos hablábamos 7 idiomas, fue una tarde increíble.  
Cada vez más me doy cuenta que existen sitios sin igual y otros poco llamativos, pero definitivamente se hacen inolvidables por las personas que voy conociendo.

Teniendo en cuanta la ruta de cada uno, organizamos varios grupos, unos ibamos para Cusco, otros para Arequipa y los demás para Lima.  Desafortunadamente, éste día ocurrió el terremoto en Japón y la alarma de tsunami en la costa peruana hizo que algunos se quedaran "atascados" en Nasca por un día más.  Yo logré tomar mi transporte hacia Cusco, así que me despedí con tristeza pero sabiendo que con algunos me volveré a encontrar.... me esperan 15 horas de bus.

martes, 15 de marzo de 2011

Huacachina


Nunca había escuchado que en América existiera algún oasis, y para mi sorpresa si existen, no se cuántos, pero yo estoy en uno y se llama Huacachina (que en quechua significa "la que hace llorar").  
Hacia todas las direcciones veo dunas y en la mitad de ellas una laguna de aguas color esmeralda rodeada por palmeras, pasto y otras plantas... todo junto: un oasis, de verdad verdad, como los descritos en los cuentos de "las mil y una noches" y en algunas películas.  Me siento como en Africa, y con toda razón, pues años atras vino a Huacachina un principe de Marruecos quien dijo sentirse como en sus tierras, razón por la cual le regaló a los locales 3 camellos, que ya murieron (sin razón aparente) pero que continúan en la memoria de todos y en las muchisimas fotos que se pueden ver en algunos restaurantes y hoteles. 

Con Jan, Herman (dos holandeses gigantes y divertidisimos) y cuatro suecos salimos a hacer buggy y sandboard, lo cual básicamente es ir a toda velocidad en subida y en bajada por las montañas de arena, como en una montaña rusa natural, donde todo depende de la habilidad del conductor y su "conocimiento del desierto" (imagínense lo seguro que llega a ser, jaja).  Cada cierto tiempo nos dejaban en la cima de alguna duna y bajábamos en las tablas (sandboard), lo cual no es para nada sencillo, sin embargo, soy tan debuenas que en mi grupo iba uno de los campeones mundiales de snowboard, así que tuvimos la mejor capacitación y después de varios intentos casi todos logramos bajar las dunas de pie.  Las últimas dunas, que eran de 200 metros, mas o menos pues es dificil calcular las distancias aqui, las bajé acostada sobre la tabla y fui la más velóz de todo el grupo (yes!!).

Todo me gusta de éste paisaje, pero lo más impresionante del desierto es el silencio, nisiquiera se escuchan los grillos, no hay animales, no hay viento (gran parte del dia), nada... es más que la ausencia de ruido, es como quedarse sordo, abrumador en todo sentido pero fantástico.  Varios días subí caminando las dunas para disfrutar del silencio y ver el atardecer, la temperatura baja vertiginosamente, la arena se enfría, el cielo se pinta de muchos colores y una vez se hace oscuro puedes ver infinidad de estrellas. 

Los locales afirman que las aguas de la laguna son curativas, así que no me podía marchar sin nadar en ellas, de esta experiencia solo puedo decir que el agua se siente diferente a la del mar u otros lagos y su olor es bastante particular.  Me relajo, nado un poco y tomo toda la buena energía que puedo de este hermoso lugar para continuar mi travesía.  Siguiente estación: Nasca.

viernes, 11 de marzo de 2011

Paracas y las Islas Ballestas


Sin lugar a dudas, durante éste viaje, Paracas (que significa "Lluvia de Arena") ha sido el lugar más decepcionante hasta ahora.  
Al acercarme en el bus me sentí llegando al paraíso, pues es una bahía de agua color turquesa enmarcada por el desierto (clasificado como el más seco del mundo frente al mar) y el cielo totalmente despejado hasta el horizonte donde se observan cientos de palomas, piqueros, pelícanos, gaviotas y otras aves.  Los barcos en la lejanía le dan un aspecto muy llamativo al paisaje y me hace pensar en lejanos lugares del mediterráneo (que no conozco pero que me imagino gracias a inumerables pinturas, fotos y películas que he visto).  Mis expectativas eran enormes acerca de éste lugar porque ha sido declarado reserva regional y es uno de los balnearios predilectos de locales y extranjeros, sin embargo, al bajar del bus todo era diferente. El mar es turquesa...visto desde lejos porque en la orilla (los primeros 4 o 5 metros) es oscuro debido a la cantidad de algas que tiene, las cuales se desprenden permanentemente y son arrastradas a la playa dándole a ésta un aspecto algo desagradable que empeora debido a la cantidad infinita de basura que dejan los turistas (muchos más este fin de semana pues estaban celebrando el Aniversario de la Provincia) y a los restos de pescado que tiran los pescadores una vez terminada su faena diaria.

Algunas paredes de casas en pie y la iglesia en parte destruída dan cuenta del fuerte terremoto que sacudió a esta zona en el 2007, y un muelle abandonado con su grúa y dos barcos son testigos de la "fiebre del oro blanco", es decir, de aquella época donde el guano representaba grandes riquezas y fue explotado por cientos de personas y empresas aqui en Paracas, pero que en la actualidad sólo es negocio de unos pocos (debido a la aparición de los fertilizantes artificiales) quienes lo recogen cada 6 años aproximadamente.

La tristeza que ésta "paradiasiaca reserva" me produjo fue opacada por el Maestro Pedro, un músico de unos 70 años (pescador cuando era jóven y tenía fuerzas para luchar con el mar y sus criaturas, dice él) se sentó a mi lado a la sombra de una de las únicas palmeras en el malecom y empezó primero a afinar su guitarra y luego a cantar (con una voz ronca y profunda acompañado de su guitarra o su cajón peruano) el más extenso repertorio de música criolla (peruana), cubana, colombiana y hasta algunos tangos.  Hablamos mucho de música y de lo bien que le caemos los colombianos (por nuestra alegría y amabilidad), me contó acerca de su esposa "una negra clarita" como él la llama, sus doce hijos (la mayoría músicos y/o bailarines), el terremoto que lo dejó sin casa y todas las cosas fascinantes que le han sucedido desde entonces.  
Pasan las horas entre letras y ritmos, llega el atardecer y el Maestro se despide para marcharse "porque su negra lo espera", veo caer el sol y decido reservar puesto para ir en lancha a conocer las Islas Ballestas, que es según dicen el lugar en el mundo con más aves marinas.
Ir a las Islas fue espectacular, pude escuchar y ver a los leones marinos (machos, hembras y sus crias), pinguinos de Humboldt que son pequeñitos y muy graciosos (diferentes a los gigantes que Disney nos ha mostrado toda la vida), pelícanos y miles de aves volando, anidando, alimentándose... Esta sí es la verdadera Rerserva y la naturaleza en todo su esplendor, lejos de Paracas y sus contrastes.

Feliz tomo el bus rumbo a Huacachina, porque aunque no lo crean éste es un oasis en Suramérica, pero esa es otra historia.

Lima


Llegué a Lima (al apartamento de Maria Sol una amiga de colegio) en la madrugada después de 9 horas de bus, eso si, el mejor bus en el que me he transportado en mi vida: era un bus-cama con servicio incluído de terramoza  (el equivalente a azafata o auxiliar de vuelo), cena y desayuno a bordo.  Las sillas son como las de clase ejecutiva en los aviones, y se recuesta el espaldar hasta quedar como en una cama, aaaaa??? que buen viaje.  

Maria Sol vive en Miraflóres, un distrito precioso de Lima, con su esposo Roberto y Milagros (una labradora enrazada con algo más) quienes esta semana también estaban hospedando a Victor, un amigo de ellos.  Nadie puede imaginar lo mucho y delicioso que comí en ésta ciudad.  Probé varios platos típicos de la cocina peruana como lomo saltado, causa rellena, ají de gallina, tatu-tacu, ceviche, arroz con mariscos, papa a la huancaína... todos deliciosos, pero el premio mayor se lo lleva la Cremolada de Lúcuma (un granizado absolutamente espectacular).


Lima es una ciudad que me cautivó, está en la costa del pacífico pero el aire es frío y no llueve debido a la corriente de Humboldt.  Tiene lugares muy interesantes, pero era imposible conocerlos todos así que estuve caminando por los distritos de Miraflores, Barranco y San Isidro.  Cada uno de ellos con su encanto particular, en el primero, sus inmensos parques llenos de flores, el Mercado Indio, la Huaca Pucllana (un centro ceremonial de la cultura Lima) y el malecom frente al mar; en el segundo, su estilo bohemio, excelente vida nocturna y el Puente de los Suspiros que según dicen le concede un deseo a quien lo cruce sin respirar (donde tuve la fortuna de escuchar en vivo "La Flor de la Canela") y el tercero con su Parque Olivar y la Huaca Huallamarca (una pirámide trunca en media ciudad, increible). 

No podía irme sin conocer el Centro Histórico, así que me tomó varios días caminar por la Plaza de Armas; la Iglesia de San Francisco con sus famosas catatumbas; la Plaza de San Martín (donde probé el Pisco Sour en un super hotel, nadie creería que estoy mochileando, jajaja); el Museo de la Inquisición y el Parque de las Murallas


Quien lo creyera pero fui a un karaoke y hasta canté junto con una argentina, un chileno, una inglesa, un japonés y un peruano-chino, definitivamente, en Lima hay de todo y para todos los gustos, eso si, no pude encontrar un lugar bueno para bailar salsa, ni mucho menos un buen parejo (tendré que conformarme con el karaoke). 


El último día, Pedro (uno de los peruanos con quien estuve viajando en el norte de Perú) me llevó a conocer el Barrio Chino donde las personas pagan a la municipalidad para colocar mensajes en los adoquines que se encuentran en el piso de la calle principal del barrio.  Aqui me invitó a almorzar a "La Buena Muerte" donde había música en vivo y la comida, sin igual...siendo ésta mi última cena, empaco maleta con tristeza por dejar a todos los que hicieron parte de mi camino en Lima y a quienes les quedo muy agradecida por sus atenciones, su tiempo y compañía.

jueves, 3 de marzo de 2011

Un poco de arqueología... Chiclayo y Trujillo


Si Perú tiene fama por su deliciosa gastronomía también la tiene por la cantidad de hallazgos arqueológicos en sus tierras (aqui se abre un hueco y se encuentra una pirámide, jajaja), algunos de gran importancia en las cercanías de Chiclayo y Trujillo, razón por la cual incluí ambas ciudades en mi ruta.

Chiclayo es una ciudad grande con mucho comercio, calles llenas de moto-taxis y rodeada de grandes plantaciones de caña de azucar y arroz.  Aqui recorrimos (los peruanos y yo) la Plaza de Armas y nos dirigimos a Túcume para observar las 26 pirámides que se encuentran en éste valle, entre las que estan: Huaca Larga (estructura de adobe más grande de Suramérica con 700 metros de longitud) y Huaca las Balsas a la que nos fue permitido ingresar y observar el trabajo actual que realizan en ella.  Todo hay que decirlo, y me acabo de enterar que las pirámides no siempre tienen la forma de las egipcias, sino que también existen las pirámides truncas (del estilo de todas las encontradas aqui) las cuales no finalizan en punta sino que son planas.    

Continuamos el camino a la ciudad de Ferreñafe para visitar el Museo Nacional Sicán que es el resultado de la investigación del Complejo Arqueológico Batán Grande donde se encuentra la antigua capital de la cultura Sicán.  Esta cultura, también conocida como Lambayeque, se formó después de la decadencia de la cultura Moche y sobresalieron por su arquitectura, orfebrería y sistemas de irrigación.  El museo tiene en exposición permanente el ajuar (litera, vasijas, piedras preciosas, conchas spondyllus, joyas, ornamentos rituales...) de una tumba de élite excavada en la pirámide Huaca Loro.

Finalmente, visitamos el Museo de Tumbas Reales donde se exponen los hallazgos originales del Complejo Arqueológico Sipán: el Señor de Sipán, Sacerdote, Viejo Señor de Sipán y otras tumbas importantes de la élite Moche.  Este hallazgo es uno de los más importantes descubrimientos arqueológicos del Perú pues contiene las primeras tumbas intactas (es decir, que no fueron profanadas por huaqueros) lo cual permitió el estudio de la estructura social, ritos y costumbres de esta cultura preincaica.
Todos los sitios visitados en Chiclayo fueron espectaculares, sin embargo, este último museo es IMPRESIONANTE debido a la cantidad de piezas excibidas, tales como orejeras, narigueras, pectorales, tocados, cuchillos, armas, collares... en oro, plata, cobre y piedras preciosas. Igualmente, los elementos en cerámica y murales expuestos dan una idea del esplendor y desarrollo de ésta cultura.

Continuamos la ruta sur y llegamos a Trujillo, también conocida como la "Ciudad de la Eterna Primavera" (que??? no, no, no, la ciudad de la eterna primavera es Medellín...en Trujillo hace muchisimo calor).  Aqui dormí en el peor hotel hasta el momento, pues resultó ser un motel, sin embargo, el cansancio fue más y no importó dormir con espejos en el techo, sirenas grabadas en las puertas de la ducha, afiches de mujeres desnudas, en fin...un antro, pero era tarde y nos quedamos ahí.  A la mañana siguiente, debí separarme con mucha tristeza de los peruanos pues ellos tomaban un vuelo de regreso a Lima.  
Por mi parte estuve recorriendo las calles del centro de Trujillo, la Plaza de Armas donde un señor me contó la historia del Monumento de la Libertad al rededor del cual se levanta dicha Plaza y desayuné en la Juguería San Agustín (mmmmm deli).  Quería recorrer más sectores de la ciudad, pero ésta me ha parecido bastante insegura, hay un policia cada 4 o 5 metros y todo el tiempo te estan advirtiendo que uses el morral hacia adelante y que no te alejes mucho de la plaza, razón por la cual decidí ir a conocer la Huaca Arco Iris (cuyo mayor atractivo es que unos estudiantes trataron de destruirla hace algunos años tirandole piedras) y la Huaca de la Luna que fue el principal complejo político-ceremonial de la cultura Moche (la misma del Señor de Sipán).  Las formas y colores de los murales en alto relieve son lo que más llamaron mi atención, sin embargo, para mí fue mucho más espectacular poder presenciar "La Marinera" (baile típico de la costa peruana) ejecutada por los campeones del concurso nacional de dicho baile. También pude ver los bailes típicos del centro del país (Huayno), de Lima (Vals) y de la población negra.  En definitivas, el folclor del Perú es hermoso.  

Luego, me dirigí a otro Patrimonio de la Humanidad, Chan Chan, la ciudadela de barro más extensa de América perteneciente a la Cultura Chimú quienes fueron posteriores a los Moche y además, colonizados por los Incas.  La ciudad tiene su atractivo, pero no se si ya estoy cansada de ver ruinas o no me gustó el hecho de que está restaurada en un gran porcentaje.

Finalmente, me dirijo a Huanchaco para conocer los famosisimos "caballitos de totora" que son embarcaciones diseñadas para las faenas de pesca... me quedo disfrutando del atardecer desde un muelle artesanal en compañía de Mari (inglesa), Miguel (peruano) y Carlos (peruano).  Damos media vuelta y dándole la espalda al sol nos alejamos para continuar nuestros caminos.  Mari pasará la noche en Huanchaco, Miguel se dirige a Cajamarca, Carlos regresa a Trujillo y yo, tomo el transporte hacia la capital peruana...Lima, aqui voy!!