jueves, 2 de junio de 2011

El regreso a casa...

Para los que me siguieron en el Blog y ya me vieron en Colombia saben que me faltó escribir sobre Buenos Aires (Argentina) y Colonia del Sacramento (Uruguay), pero la verdad es que estaba a una frase de terminar la crónica cuando mi computador se enloqueció y lo borró todo... me quiero morir de la ira y ya no soy capaz de hacer el mismo escrito, así que esperaré unos días para volverme a inspirar y por ahora transcribiré el texto que redacté en el avión de regreso a casa después de una travesía de 100 días exactamente.

Regresar a casa... no es como lo esperaba, es una sensación diferente, pensé que estaría feliz pero no es así totalmente, es algo intermedio entre alegría, miedo y tristeza.  Alegría de reencontrar a los amigos, rostros y lugares conocidos.  Miedo de retomar esa vida que me han inculcado como "normal" y olvidar lo que es sentirme libre al 100%.  Tristeza de separarme de los nuevos amigos, de dejar de recorrer parajes desconocidos y de finalizar este sueño.

En mi mente me llevo innumerables imágenes y recuerdos de instantes vividos a lo largo de miles de kilómetros en 6 diferentes países.  En mi corazón quedan personas especiales.  En mi piel sensaciones agradables que solo se comparan con aquellas registradas por mis oídos.  Me llevo sabores, olores, colores, texturas, paisajes, acentos, creencias, idiomas, bailes, rostros, sonrisas, lágrimas, lunas, atardeceres, música, palabras y silencios que me permitieron aprender acerca de mi y del mundo.  Descubrí grandes fortalezas y también temores; viví la soledad y la incertidumbre; comprendí la diferencia y las semejanzas; gané en tolerancia, solidaridad y practicidad; recordé que los seres humanos son buenos en su mayoría, que se puede confiar y que el celular no es indispensable.

Hoy me siento orgullosa de haber tomado la decisión de arrancar sin rumbo fijo, de haber empacado mi vida en una mochila y de haber hecho una pausa en mi camino.  
Hoy para mi el significado del lenguaje, el dinero y las fronteras se ha transformado.  
Hoy siento que cada día y cada noche encierran cientos de posibilidades y que cada decisión es una nueva oportunidad para vivir la vida que quiero vivir.  
Hoy siento que siempre hay más opciones y que cuando no las haya siempre estará la posibilidad de empacar e irme porque el mundo es mucho más que éste rinconcito en el que nos hemos acostumbrado a vivir. 
Hoy me siento fuerte... hoy es un nuevo comienzo.   

lunes, 16 de mayo de 2011

San Martín de los Andes y Mar del Plata


La idea inicial de mi viaje era llegar hasta "el fin del mundo" en Ushuaia, pero definitivamente una cosa es lo que se planea estando en casa y otra cosa muy diferente es estar en la ruta... se empiezan a acumular miles y miles de kilómetros y de horas de viaje y te das cuenta todas las que faltan para llegar al tan anhelado sitio, no sin antes empezar a sentir el frío que en San Martín de los Andes se aproxima a los cero grados en éste momento y yo sin la vestimenta apropiada. 

El otoño aqui se aprecia en todo su esplendor, los hojas de los árboles son rojas, amarillas, rosadas, moradas... es increíble, con lo que no conté es que ésta época del año es muy lluviosa y el viento es helado... empiezo a pensar que ésto es lo más al sur que llegaré en esta ocasión.  Trato de buscarle el lado postivo a todo: el paisaje es hermoso, el cielo despejado sin nubes, sol constante, las casas parecen sacadas de un cuento de hadas, las hojas de los árboles en el suelo... pero, no, el frío y yo no vamos, amaneció nevando y más me demoré en ver la nieve por la ventana (primera vez que veo nieve en mi vida) que en decir: "chicos me voy para donde esté haciendo sol"... gracias a la tecnología revisamos el clima en toda Argentina y encontramos el lugar perfecto: playa, surf, vida nocturna y 20º de temperatura...... nos fuimos para Mar del Plata.

Argentina es un país muy grande y sus paisajes son bastante monótonos....pampas a lado y lado de la carretera nos acompañan durante 22 horas de bus, en las cuales comprobé una vez más que a cada segundo tu suerte cambia, pues pasamos de viajar en un bus de primera categoría donde nos ofrecieron whisky y champagne (gratis) para luego llegar a la terminal de Bahía Blanca donde nos tocó dormir en el piso (al mejor estilo mochilero) durante 3 horas en espera del prímer bus que nos llevara a nuestro destino. 
La barada en carretera no podía faltar ni el cambio de bus, pero finalmente, llegamos a Mar del Plata donde me siento de nuevo feliz...el clima es magnífico y tenemos cientos de metros de playa para jugar volley, broncearnos y hasta surfear.  Pasan algunos días entre risas, caminatas por la playa, boliches (como le llaman a las discotecas en estas tierras) y conversaciones con Julio (un amigo de Cali con quien nos encontraremos en nuestra próxima parada), logramos empacar mochila y ahora nos dirigirnos a Buenos Aires.

lunes, 9 de mayo de 2011

Las sorpresas del camino: Maitencillo y Pucón


Resulta que Herman (uno de los holandeses) en un viaje anterior a Thailandia conoció a Stefano, un chileno "muy buena gente" como diríamos en mi tierra.  Él nos invitó a una "parrilla chilena" con su novia Cony y sus amigos en Maitencillo que es un balneario espectacular al norte de Viña del Mar, y además, nos llevó a conocer Zapallar (otro balneario cercano) principalmente su cementerio que queda en un acantilado frente al mar, con mejor vista que cualquier casa de los que estan vivos en el sector.

Durante el BBQ pude conocer a muchos otros chilenos y entender un poco más su cultura y su lenguaje (que aún no puedo creer que sea español, jajaja).  Es la primera vez desde que empecé el viaje que veo tanta carne en un asador, y a decir verdad, toda deliciosa,no entiendo porque dicen que la cocina chilena no es buena. 

Pasamos dos dias increibles entre amigos, descansando frente al mar (sin nadar en él porque es helado), comiendo, tomando Piscola (pisco + coca cola) y cantando hasta que le dolieron las manos al que tocaba la percusión.  Largas caminatas por la playa, paisajes hermosos y profundas conversaciones en cuanto a política suramericana, en definitiva, un fin de semana interesante.

De nuevo cuento con buena suerte y Stefano nos sorprende diciendo: "mi familia tienen una cabaña en Pucón, si van por ese lado se las presto por el tiempo que quieran"... Herman, Jan y yo nos miramos y sin cruzar una palabra digimos al tiempo: "Claro que vamos para el Distrito de los Lagos!!"... tomamos un bus y después de 10 horas llegamos a Pucón (que equivale a Bariloche en Argentina).

El pueblo es precioso, las casas y demás construcciones tienen poca altura y son en madera, parece sacado de la imaginación de un gran escritor.  La cabaña rodeada de árboles y hortensias resultó ser hermosa, cómoda y acogedora.  Por estar ubicada en las afueras del pueblo se nos ocurrió alquilar bicicletas por varios días y fue así como terminamos recorriendo diariamente docenas de kilómetros al rededor del Lago Villarrica y el Volcán con el mismo nombre. 
En Pucón pudimos disfrutar del silencio, el cielo estrellado, comer frente a la chimenea, ver películas, andar en bicicleta y en el caso de ellos subir hasta el crater del volcán, ocasión que yo aproveché para broncearme, pues para nadie es un secreto que a mi no me gusta las caminatas en alta montaña.

Pasan varios días, más de los que esperábamos quedarnos y decidimos ir un poco más al sur pero esta vez del lado argentino.

Valparaíso y Viña del Mar


Valpo...como la llaman los chilenos es una ciudad bohemia y encantadora a orillas del mar cuyo distintivo es que la mayoría de sus casas estan pintadas de los más diversos colores dándole una estética muy especial.

Subí por uno de los famosos ascensores de la ciudad, el más antiguo de ellos, el Ascensor Polanco y luego, en otro de los cerros recorrí el "Museo a cierlo abierto" que es una colección de murales callejeros realizados por artistas chilenos.  

Observé a lo lejos la Sebastiana, que es una de las casas del poeta Pablo Neruda, con forma de barco y vista hacia el océano pacífico (como le gustaban a él)...¿quién no se inspira aqui?, ahora comprendo de donde logró escribir frases como:

          "Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
           Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada y tiritan,
           azules, los astros, a lo lejos"...."

Caminé por callejones y plazas, cerros y mercados hasta que finalmente, me fui para Viña del Mar que queda a 15 minutos.  Viña es mucho más moderna, y para mi gusto, carece del encanto bohemio y de ciudad vieja de Valparaíso.  Fue poco el tiempo que permanecí aqui, pero el suficiente para observar la belleza de la ciudad y sentir la fuerza con que el océano pacífico golpea estas playas.  Merece la pena regresar y recorrer sus calles detenidamente, pero en esta ocasión no fue posible, porque solo fue un lugar de paso para dirigirme hacia Maitencillo.

Santiago de Chile


Me disculparán por mi ausencia, pero últimamente he tenido poco tiempo para escribir, parece ser que mientras más viajas, obtienes más contacto con el mundo inmediato y poco a poco te vas desconectándo de lo demás, pero bueno, ese no es el tema...Santiago de Chile, es una capital ejemplar: es grande, organizada, diversa y limpia.  Sus habitantes son tranquilos, cultos y muy amables a pesar de la expresión seria de su rostro. 

Aqui me hospedé en la casa de mi hermano Nicolás y fue como tener un poco de Colombia a miles de kilómetros de distancia.  Lo mejor fue compartir con su esposa (Maribel)  y Mariana (mi sobrina) que ya camina, además, después de tanto tiempo mi mamá, finalmente, se siente en paz porque sabe dónde estoy y con quien. 

Me dediqué a recorrer ésta capital haciendo uso de su sistema de transporte público que en mi opinión es bastante fácil de entender y rápido, lástima que no sea 24 horas porque eso limitó mis salidas en la noche. 

Pude observar algunos bailes tradicionales chilenos como la "Cueca" y otro de la isla de Pascua, ambos hermosos y muy diferentes a lo que había visto en los demás países.

La ciudad respira seguridad, por lo cual estuve caminando largas jornadas por sus calles.  Fue así como llegué al "Mercado Central" y en uno de sus famosos restaurates me comí un postrecito (pues el presupuesto no alcanzaba para almorzar a precio chileno, jajaja).  También estuve conociendo las artesanías del país, especialmente la joyería y la talla de madera en el "Mercado Domínicos"; imposible perderse la vista panorámica de la ciudad desde el "Cerro Santa Lucía" y el "Parque Metropolitano"; caminar por los grandes pasajes del centro, la "Plaza de Armas" y la "Calle Londres con Calle París" que inmediatamente te transporta a Europa.

El aspecto físico del chileno varía mucho, pues algunos son de procedencia Mapuche (pueblo indígena) tez oscura, cabello negro, ojos negros, rasgos fuertes... y otros son de procedencia europea: tez blanca, ojos claros, cabello rubio... (además de los cientos de mezclas entre ambos) eso si, el lenguaje no cambia y utilizan muchas palabras y expresiones desconocidas para mi hasta este momento, como: cuático (complejo), "al tiro" (ya mismo), mina (novia), ¿cómo tay? (cómo estas)... a las cuales me acostumbré con facilidad.  

En positivo: el nivel educativo de las personas, la arquitectura y el desarrollo de la ciudad.
En negativo:  el atropello al idioma español, la contaminación del aire y la autorización para que las personas fumen inclusive en sitios cerrados.

Me siento muy cómoda aqui y por un momento creo que quiero regresar a casa...pero me lleno de inconciencia y el viaje continúa! 

jueves, 28 de abril de 2011

U2 en concierto!!


Tocó perderme algunos de los sitios que tenía en mente conocer del norte chileno, pero definitivamente, valió la pena llegar a  Santiago de Chile al 360º Tour de U2 que empezó hace 2 años en Barcelona y cuenta con el montaje escénico más grande de la historia, al cual se le conoce como "la garra", la cual parece una araña gigante de donde se sostienen luces, lasers, pantallas, sonido... y cuyas características permiten que el público se encuentre rodeando a los artistas totalmente,  dándole una energía completamente diferente al show en comparación con los montajes tradicionales donde la parte posterior del escenario esta vacía.

Yo fui una de las casi 70.000 personas que el 25 de marzo, en el Estadio Nacional, presenciamos un espectáculo sorprendente por el montaje escénico, las luces, la logística, el sonido, el grupo de apertura (MUSE), la selección de canciones donde obviamente estaban "Beautiful day", "One", "With or without you", “Mysterious Ways”..., clima perfecto, buena compañía (la esposa de mi hermano Nicolás y sus amigos)... y lo mejor para mi: gratis porque mi hermano me regaló la entrada.

Lo más sorprendente del concierto, la requisa... NO HAY, a diferencia de Colombia, acá los espectadores son tratados con respeto y no se les esculca hasta el último rincón de su cuerpo y pertenencias para comprobar si llevan drogas o armas o no se que.  A la entrada simplemente se pasaba el ticket, caminabas por un pasillo al final del cual un policía amablemente te preguntaba "tiene fósforos o encendedor?"... cuya respuesta inmediata era no.  Parece ser que solo se preocupan por que la gente pueda incendiar el estadio en algún momento de euforia y no porque se maten entre ellos, roben a mano armada, consuman drogas y todas las demás preocupaciones que hay en mi país en donde nos hemos acostumbrado a que para entrar a cualquier espectáculo (incluyendo discotecas) nos traten como a convictos y se salven de desnudarnos en la puerta.

El concierto... me encantó: bailé, canté, brinqué, grité y hasta lloré como si fuera la fan número 1, habían pasado años sin ir a un concierto porque todos saben que no me gustan los tumultos y además, nunca logro ver al cantante (debido a mi gran estatura, jajajaj)... pero de éste sólo puedo decir wwwwooooowwwwww y me alegro de haber presenciado una banda de ésta magnitud, pues es algo que por mi propia iniciativa no habría hecho jamás.  

Me recargué con la energía de todos los asistentes y finalmente, a dormir para mañana empezar a recorrer Santiago de Chile!!

martes, 26 de abril de 2011

Vicuña y el viaje a dedo (autostop)


Es muy difícil decidir qué lugares conocer en Chile pues las distancias son inmensas al igual que el valor del transporte, comida y hospedaje, así que guiándonos por las sugerencias de otros viajeros nos fuímos para el Valle de Elqui "a dedo", y comprobámos, después de escucharlo muchisimas veces, que este sistema funciona muy bien acá. 

Chile es un país seguro (el más seguro de Suramérica, dicen) con una sola via que lo atraviesa de sur a norte: la Panamericana por lo que solo debes fijar la dirección hacia donde vas, estirar el brazo, esperar unos minutos (u horas dado que eramos tres), estar dispuesto a conversar todo el trayecto y bajarte a la altura de la ciudad destino para tomar otro camion que vaya perpendicular a la via principal.  La Panamericana, es una via increiblemente monótona, interminable y rodeada de desierto, lo cual hace que los indices de accidentalidad sean muy altos ya que los conductores se duermen con facilidad, por lo que nunca les cae mal tener compañía y se han habituado, especialmente los conductores de caminones, a recoger viajeros a quienes siempre nos conviene ahorrar unos pesos, así es que nunca nos faltó transporte y a ellos les sobró conversación, como podrán imaginar.  

En algunas ocasiones hicimos autostop, y no, nunca nos sucedió nada, no trataron de robarnos, ni nos hicieron insinuaciones fuera de lugar.  Conversamos de la vida, de política (porque acá si se puede hablar de eso), de las familias, del futuro... no faltaron las risas, los relatos, ni el mate y lo mejor, es que cambiaron mis ideas sobre ellos, los camioneros, quienes en el pasado fueron para mi sinónimo de estorbo en las vias, pero hoy son hombres con vidas marcadas por la soledad y las ansias de estar con sus familias (con quienes sólo se ven 4 dias al mes), sin los cuales ningún país sobreviviría pues ellos llevan nuestros alimentos, vestidos, combustible, noticias, regalos, mensajes...en definitiva, mueven el mundo. 

El Valle de Elqui es una zona de tierras muy fértiles cubiertas en su mayoría por viñedos que se destinan a la producción de pisco y su capital es Vicuña que sobresale por ser la ciudad donde nació Gabriela Mistral (poetisa y orgullo chileno por ser la primera latinoamerica en ganar el Premio Nobel de Literatura en 1945).  Este es un pueblo muy pequeño, tranquilo y agradable donde pudimos observar el proceso artesanal de producción de pisco en la Pisquera ABA y degustar el licor, obviamente, como eran las 10 am y estábamos "degustando" yo estaba ya prendida antes del medio día, eso si, en la noche estaba sobria de nuevo y con muchas expectativas acerca del Observatorio Mamalluca, pues Chile, al igual que Namibia, Hawaii y Canarias son los mejores lugares del mundo para estudiar el cielo, debido principalmente a la ausencia de humedad en el aire. 

Este observatorio llenó todas mis expectativas y de nuevo estuvimos con suerte pues esa noche no había luna, así que se veían muchas más estrellas que de costumbre y sin necesidad de aparatos pudimos ver el borde de la Vía Láctea, varias constelaciones y la galaxia que se encuentra más cercana a nosotros (por supuesto ya olvidé el nombre).  Luego, con dos telescopios inmensos pudimos ver estrellas, planetas, nebulosas... obviamente, no faltaron las estrellas fugaces y satélites, en definitiva, una noche maravillosa que como siempre terminó en algún sitio para comer (recomendado por cualquier persona) y planeando la siguiente estación, sin embargo, para mi esta vez el rumbo estaba determinado y la siguiente parada sería Santiago de Chile, pues mi hermano no puede ir al concierto de U2 y me regaló la entrada!! empiezo a creer que soy la persona más de buenas del mundo.

viernes, 15 de abril de 2011

San Pedro de Atacama


Este pequeñisimo pueblo es muy diferente a todo lo que he visto: se encuentra en el Desierto de Atacama que es el lugar más seco del mundo (no lo digo yo, en realidad está catalogado como tal) lo cual lo convierte en un sitio privilegiado para la observación astronómica que junto con los paisajes espectaculares atraen a cientos de turistas diariamente haciéndolo paracer un "campamento de verano" en donde es imposible ver la más mínima manifestación de la cultura de la región, por el contrario, hay exquisitos restaurantes, centros de relajación, hoteles de cinco estrellas (y hasta sin estrellas), tours y todo lo que un turista pueda desear.

Lastimosamente, no es posible visitar la mayoría de los sitios que se encuentran en los alrededores sin un guia y un carro, razón por la cual nos tocó unirnos a uno de los toures que ofrecen.  De esta manera pudimos bañarnos en Cejar que es una laguna natural con muchisima sal en sus aguas que hace que uno flote sin el más mínimo esfuerzo; luego, fuimos a los Ojos del Desierto, que son dos pequeños lagos artificiales de agua dulce que aparecieron debido a los huecos abandonados de una excavación, y finalmente, vimos el atardecer en el Salar de Atacama mientras tomábamos vino con queso y aceitunas (que puedo decir... a veces es imposible mochilear, jajaja).


A pesar de la belleza de los tres sitios, sin lugar a dudas, fue el Salar el que me dejó sin palabras pues el suelo esta cubierto en un 100% de sal, parece nieve y el contraste con el azul del cielo es asombroso, sin embargo, es como caminar sobre asfalto, la sal es compacta y no permite quitarse los zapatos a menos que quieras cortarte los pies.

El Desierto de Atacama no es como el Deierto del Sahara, ni como Huacachina (recuerdan el oasis en Perú?), aquí no me siento como en "Las mil y una noches", aqui la arena no es color oro ni forma dunas suaves como el agua, por el contrario, es compacta, áspera y crea columnas, montañas y otras formas extrañas que pudimos observar de cerca en el Valle de la Luna y en el Valle de la Muerte.  A estos dos valles fuimos (los holandeses y yo, pues seguimos viajando juntos) en bicicleta en un recorrido de aproximadamente 30 kilómetros.  El primer valle debe su nombre, y es famoso, por su conformación parecida a la superficie lunar, la cual se hace más similar cuando baja el sol y le da un color grisáceo al suelo.  El segundo valle por su parte, son cientos de cerros que parecen olas rocosas sin una sola planta o animal visibles (de ahí vendrá su nombre Valle de la Muerte?).  Vimos el atardecer y regresamos al pueblo, pues definitivamente, el desierto no es un sitio en el cual desee perderme.

Después de varios días de intenso calor en el día (más de 35 grados a la sombra); excesivo frio en las noches (menos de 10 grados, pues este lugar queda a 2.348 m.s.n.m); cielos completamente azules sin una sola nube; luna llena (la más cercana a la tierra en las dos últimas décadas); visita al hospital del pueblo para servir de traductora a Jan; cientos de kilómetros recorridos en el desierto anhelando nunca perdernos en él... nos fuimos, haciendo autostop, para el Valle del Elqui  exáctamente para la ciudad donde nació Gabriela Mistral...pero esa es otra historia.

martes, 5 de abril de 2011

Iquique


Después de 3 buses, 1 taxi y casi 23 horas de viaje, finalmente, estoy en Iquique (que pasó a ser parte de Chile después de ganar la Guerra del Pacífico) donde inmediatamente se sienten las diferencias culturales con Perú: es una ciudad muy limpia, organizada, con calles amplias, no se escuchan pitos de los carros (no porque sean pocos los autos -como los llaman en Chile- sino porque nadie pita), además, estos le dan la via al peatón para que cruce la calle. 

La idea inicial era quedarme dos días con el fin de descansar y seguir a San Pedro de Atacama que es mi principal interés en Chile (junto con la Isla de Pascua), sin embargo, este sitio me cautivó por su hermosa playa, tranquilidad, clima, comida, hostal y porque definitivamente, le hace honor a su nombre que en quechua significa "lugar de descanso", razón por la cual mi estadía se prolongó y en consecuencia, me reencontré con Jan y Herman (los holandeses con quienes viajé en Perú) y decidimos continuar la ruta juntos. 

Existen muchos sitios de interés turístico alrededor de Iquique, pero la mayor parte del tiempo la pasamos en la playa y en el Paseo Baquedano que actualmente es la columna vertebral de la ciudad (aqui esta el teatro, bares, restaurantes, bancos, hoteles...) y en el pasado fue testigo del auge de la industria salitrera de la región, por lo que prestaron gran atención a los detalles arquitectónicos que aún hoy se conservan en perfecto estado.  

Continuando con mi buena suerte pude ver los lobos marinos nadando muy cerca de una de las playas en la ciudad, y además, me tocó un evento de baile y música tradicional de los Aymara que son un pueblo indígena con asentamientos en Bolivia, Chile, Perú y Argentina, cuyas tradiciones estan tratando de recuperar.

Después de varios días de descanso (quien creyera que viajar agota, jajaja), de ver el atardecer a las 8pm, caminar por la playa, buena comida y helados gigantes... empacamos maleta y nos dirigimos a San Pedro de Atacama.

jueves, 31 de marzo de 2011

La tercera frontera...Perú - Chile


"¿qué estoy haciendo en Chile? ¿porqué no fui al Lago Titicaca ni al Cañon del Colca? Si Cuzco queda tan lejos de la frontera, ¿porqué estoy en Iquique?" ... respuesta:  Nunca sabes cómo te va a afectar la altura, y para mi, los casi 3.500msnm de Cuzco, me causaron los suficientes malestares para desistir del Titicaca y de Bolivia (por lo menos en ésta ocasión)... y modificar el resto de la ruta. 

Además, para este momento ya llevo dos meses de viaje y empiezo a sentir el cansancio de las largas horas en bus, la pesadez en el estómago por los cambios en la alimentación y la nostalgia de mi cama, los amigos, la comida de la tierra...  Así que decidí darme un gustico y cuando menos pensé tenía en mi mano un tiquete (primera clase) directo de Cuzco a Tacna, pues según yo, al estar al nivel del mar y a unos pocos días de la casa de mi hermano (Nicolás) en Santiago de Chile me sentiría renovada para continuar la travesía. 

Esta decisión me costó no conocer el Lago Titicaca, ni sus islas de totora, ni Arequipa (segunda ciudad más grande de Perú) ni su famosisimo Cañon del Colca (cañon más profundo del mundo), pero la nueva ruta me llevó a Iquique, al Valle de Elqui y al concierto de U2 que no estaban en mis planes, definitivamente, esto de viajar sin rumbo fijo me encanta.

La frontera entre Perú y Chile es muy diferente a las que he cruzado hasta ahora, es mucho más organizada, estricta y aqui si existe la posibilidad de que no te dejen ingresar al país por varios motivos, siendo uno muy nombrado el racismo.  Como dijo el taxista con quien crucé la frontera "pues es colombiana, pero blanquita, de más que no le ponen problema" (blanquita? si esto es lo más bronceada que he estado en mi vida!)... y pues no me pusieron obstáculos, espero que por otras razones diferentes al color de mi piel.

Al cruzar esta frontera llevaba 17 horas de trayecto, pero no habia escuchado buenos comentarios acerca de Arica (primera ciudad chilena que antes pertenecía a Perú) así que tomé otro bus y cuatro horas después estaba en Iquique (luego les cuento de éste sitio).  

Llegar a Chile es dificil, no solo por la cantidad de horas que requiere, sino también porque cambia la hora (razón por la cual estuve a punto de perder mi primer bus chileno) y además, empieza a doler el bolsillo, pues 500 pesos chilenos son casi un dolar, es decir, casi 2.000 pesos colombianos.  Ya entiendo el motivo por el cual pocas personas mochilean en Chile...es muy caro!!, pero hermoso, así que veré hasta donde me alcanza el presupuesto.

domingo, 27 de marzo de 2011

Machu Picchu


No soy fanática de los sitios turísticos, sin embargo, Machu Picchu ha estado en mi lista de "lugares por conocer" desde hace muchos años, así que fue absolutamente descrestante poder estar ahí, caminar entre los cientos de muros y terrazas, sentarme a escribir, observar el paisaje, respirar y sentirme en la cima del mundo a pesar de no estar en una montaña muy alta (2.453msnm).  

Para subir a Machu Picchu primero hay que llegar al pueblo de Aguas Calientes que esta en la base de la montaña.  Para llegar a Aguas Calientes hay tres formas: en tren, por el camino del Inca o por la ruta de contrabando.  Mi idea inicial era hacer la ruta de contrabando (tomar varios transportes entre pueblos cercanos, luego caminar tres horas por las vias del tren y finalmente, caminar dos horas a Machu Picchu), pero fue imposible por que las carreteras estaban cerradas debido a derrumbes.  Hacer el camino del Inca no era una opción para mi, pues no estaba preparada ni mental ni fisicamente para una caminata de 4 días con pasos de hasta 4.500msnm (en el futuro espero hacer este trayecto), así que tomé el tren (mi primer viaje en este medio de transporte, yupi!!) el cual es un atraco a mano armada (el pasaje más barato para extranjeros es 70 dólares ida y regreso) y los ingresos no van para las personas de la zona, ni siquiera para los peruanos, sino para los chilenos quienes son los dueños del tren (y de otras cosillas del Perú, razón por la cual no se llevan muy bien).

Sin importar cual de las tres rutas elijas en Aguas Calientes se debe comprar un tiquete de entrada a Machu Picchu que vale 126 soles ($87.000). En resumen, después de 2 horas en comby para llegar a Ollantaytambo, más de una hora de tren hasta Aguas Calientes y 30 minutos de bus... llegué a Machu Picchu y tomé mi mapa del lugar para conocer primero las rutas alternativas, es decir, aquellas que la gente casi no visita porque toman mucho tiempo.  Caminé por uno de los caminos del Inca tres horas aproximadamente y conocí "el puente del Inca", el Intipunku o"puerta del sol", la montaña Machu Picchu, un sector de piedras gigantes que parece no tener ningún nombre asignado y la base de Waynapicchu (montaña cercana que siempre esta como fondo en las fotografías).  Digo la base pues no pude subir porque ya se habían apuntado las 400 personas que pueden ingresar cada día, así que éste sector lo conoceré cuando merezca observar el amanecer desde ahí después de haber subido por el camino del Inca. 

Al finalizar las rutas alternativas y con el fin de no gastar más dinero dediqué el resto del día a la "piratería de tours", es decir, caminaba sin rumbo fijo y en cada lugar esperaba a que llegara algún tour (en inglés o español que son la mayoría), escuchaba la explicación y luego seguía hacia otro sitio.  Al principio estaba soleado el día así que habían docenas de guías turísticos con sus respectivos grupos, pero luego, empezó a llover y la gente desapareció por lo que pude disfrutar de Machu Picchu casi desolado, en silencio, con neblina baja que daba la sensación de que la ciudad estuviera suspendida en las nubes, y además, pude observar cómo funciona el sistema de drenaje del lugar al cual se le atribuye que la ciudad perdure en el tiempo. 

La misma lluvia, hizo que por unos minutos me resguardara cerca del Intiwatana (observatorio astronómico) y ahí tuve la suerte de conversar con una de las personas encargadas de la conservación y restauración de este Patrimonio de la Humanidad así que tuve información privilegiada y pude resolver varias de las inquietudes que tenía sobre esta Nueva Maravilla del Mundo (declarada como tal en el 2007). 

Solo puedo decir que no tengo palabras para hacerle justicia a la belleza e imponencia de Machu Picchu, "montaña vieja" si se traduce al español o "la ciudad perdida de los Incas" como la llamó Hiram Bingham cuando la descubrió en 1911.  Ninguna fotografía puede captar el encanto de su paisaje ni la energía presente, así que a quienes no conocen...les recomiendo que empiecen a hacer planes para ir antes de que la cantidad abrumadora de visitantes termine destruyéndolo; ese día espero que a ustedes también les llueva para que puedan disfrutar de ese Machu Picchu que ninguna agencia de viajes ofrece y que pocos se animan a presenciar, ese lugar que más que una fortaleza parece un santuario pero que definitivamente, es una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería.

sábado, 26 de marzo de 2011

La capital del imperio Inca: Cusco



Supongo que éste largo trayecto de 15 horas en bus, es el primero de muchos otros, sin embargo, Cusco vale la pena, es una ciudad bonita con un centro histórico espectacular.  Creo que podría ser el escenario perfecto para un cuento, tiene una Plaza de Armas (parque principal) inmensa donde el pasto es muy verde y hay árboles, una fuente y miles de flores de colores.  Al rededor hay arcos coloniales y cuatro iglesias, siendo la más importante la Catedral.  Una vez más tuve buena suerte y logré entrar a la Catedral sin pagar, pues aqui en Cusco todo tiene un precio (bastante alto en mi opinión), así que para no descuadrar mucho mi presupuesto decidí simplemente caminar.  Me llevé una gran sorpresa al descubrir que hay muchisimas callesitas pequeñas y callejones alrededor de la Plaza que  nunca sabes a donde te van a llevar pues no salen en los mapas turísticos.  Pasé 3 dias recorriendo estas calles, entrando a los cafés, tiendas, galerias, restaurantes, plazas pequeñas e inclusive un museo de la coca.  A diferencia de Colombia, aquí se sienten orgullosos de esta planta, pues no solo ayuda a respirar mejor a los casi 3.400 msnm de la ciudad (tomandola en té o masticándo las hojas), sino que la utilizan para muchos otros productos como galletas, chocolates, licor, protector labial, harina, artesanías, entre otros.

Hay variedad de productos artesanales, entre ellos los tejidos hechos con el pelo de la alpaca (animal propio de los Andes) que nunca antes había visto.  De nuevo quiero comprar de todo, pero ni modo, compro lo necesario: guantes y escarpines (calentadores de tobillos) para aguantar el frio -empiezo a darme cuenta que mi vestuario no es el apropiado para estas temperaturas-.  Además, la altura es un tema de cuidado, el primer día tuve malestares, pero me fue mejor que a otros del grupo a quienes el malestar les duró 2 o 3 días.  Se recomienda, tomar mucho líquido, té de coca, domir al llegar, comer liviano, caminar despacio y nada de licor ni cigarrillo.

Hay muchisima oferta de sitios interesantes alrededor de Cusco, directamente relacionados con los Incas, deportes extremos y experiencias "chamánicas", pero definitivamente me toca elegir entre todas estas opciones o Machu Picchu... mi decisión: la Ciudad Inca, pero eso es otra historia.

PD:  Hostales recomendados en Cusco:  Che Lagarto (lo hay en varios paises de suramérica) y Loki.

viernes, 25 de marzo de 2011

Nasca o Nazca (da igual)


La verdad es que Nasca no estaba contemplada en mis sitios de interés, pero estando en Huacachina conocí a Shana (estados unidos), Ciara (Grecia) y Courky (Australia) quienes la tenían incluída en su ruta, y sin pensarlo mucho decidí unirme a ellos para conocer las famosas Líneas de Nasca, que es el único atractivo que le encontré a esta ciudad.  

Las Líneas de Nasca se encuentran en 500 km2 y tienen más de 2000 años de antiguedad.  Son enormes figuras (más de 1.200 entre figuras geométricas, lineas rectas, animales y plantas) dibujadas en la arena y se les considera uno de los más grandes misterios arqueológicos del mundo, pues hasta la actualidad no se sabe exactamente el propósito de estas y debido a que sólo se pueden apreciar desde la altura han sido blanco de especulaciones que incluyen, entre otras, un origen extraterrestre.  Dos teorías más aceptadas dicen que corresponden a un calendario astronómico con fines agrícolas o que fueron hechas por los indígenas de la cultura Nasca con fines rituales (para que fueran observadas desde el cielo por sus dioses)... en mi opinión, ni idea, pues el tour no me dió ninguna claridad al respecto. 

El caso es que la única forma de observarlas por completo es volando sobre ellas, a menos que solo quieras observar dos figuras, el árbol y las manos, y lo hagas desde una torre destinada para ese fín (opción que recomiendo).  Nosotros tomamos la primera opción, que es carísima y no vale la pena a menos que exista un profundo interés en éstas líneas. 
En "gringo price" (costo inflado de cualquier artículo o servicio cuando es para un turista) el costo del vuelo era de 145 dólares, pero gracias a que hablo español y una que otra habilidad de negociación nos salió a cada uno en 100 dólares. 
Al siguiente día sin desayunar (aspecto en el que insistieron mucho los del tour) despegamos en un avión pequeñito con ventana para cada uno de los 12 pasajeros y la respectiva bolsa plástica para vomitar, pues el vuelo de 35 minutos es una tortura, más parece una demostración de acrobacias aéreas que cualquier otra cosa.  En definitiva, pude ver 11 figuras (árbol, manos, colibrí, mono, ballena, astronauta, perro...) y cientos de líneas impresionantemente grandes y simétricas.

Sin embargo, lo mejor de Nasca: el Hostal Walk On In, aquí llegué con Ciara, Shana y Courky, y nuevamente me encontré con los Holandeses.  Además, conocí a Erik (francés), Loren (inglesa) y Keith (inglés).  Salimos todos juntos a comer y luego, nos sentamos a conversar en la Plaza de Armas, pueden creerme cuando digo que parecía la Torre de Babel... entre todos hablábamos 7 idiomas, fue una tarde increíble.  
Cada vez más me doy cuenta que existen sitios sin igual y otros poco llamativos, pero definitivamente se hacen inolvidables por las personas que voy conociendo.

Teniendo en cuanta la ruta de cada uno, organizamos varios grupos, unos ibamos para Cusco, otros para Arequipa y los demás para Lima.  Desafortunadamente, éste día ocurrió el terremoto en Japón y la alarma de tsunami en la costa peruana hizo que algunos se quedaran "atascados" en Nasca por un día más.  Yo logré tomar mi transporte hacia Cusco, así que me despedí con tristeza pero sabiendo que con algunos me volveré a encontrar.... me esperan 15 horas de bus.

martes, 15 de marzo de 2011

Huacachina


Nunca había escuchado que en América existiera algún oasis, y para mi sorpresa si existen, no se cuántos, pero yo estoy en uno y se llama Huacachina (que en quechua significa "la que hace llorar").  
Hacia todas las direcciones veo dunas y en la mitad de ellas una laguna de aguas color esmeralda rodeada por palmeras, pasto y otras plantas... todo junto: un oasis, de verdad verdad, como los descritos en los cuentos de "las mil y una noches" y en algunas películas.  Me siento como en Africa, y con toda razón, pues años atras vino a Huacachina un principe de Marruecos quien dijo sentirse como en sus tierras, razón por la cual le regaló a los locales 3 camellos, que ya murieron (sin razón aparente) pero que continúan en la memoria de todos y en las muchisimas fotos que se pueden ver en algunos restaurantes y hoteles. 

Con Jan, Herman (dos holandeses gigantes y divertidisimos) y cuatro suecos salimos a hacer buggy y sandboard, lo cual básicamente es ir a toda velocidad en subida y en bajada por las montañas de arena, como en una montaña rusa natural, donde todo depende de la habilidad del conductor y su "conocimiento del desierto" (imagínense lo seguro que llega a ser, jaja).  Cada cierto tiempo nos dejaban en la cima de alguna duna y bajábamos en las tablas (sandboard), lo cual no es para nada sencillo, sin embargo, soy tan debuenas que en mi grupo iba uno de los campeones mundiales de snowboard, así que tuvimos la mejor capacitación y después de varios intentos casi todos logramos bajar las dunas de pie.  Las últimas dunas, que eran de 200 metros, mas o menos pues es dificil calcular las distancias aqui, las bajé acostada sobre la tabla y fui la más velóz de todo el grupo (yes!!).

Todo me gusta de éste paisaje, pero lo más impresionante del desierto es el silencio, nisiquiera se escuchan los grillos, no hay animales, no hay viento (gran parte del dia), nada... es más que la ausencia de ruido, es como quedarse sordo, abrumador en todo sentido pero fantástico.  Varios días subí caminando las dunas para disfrutar del silencio y ver el atardecer, la temperatura baja vertiginosamente, la arena se enfría, el cielo se pinta de muchos colores y una vez se hace oscuro puedes ver infinidad de estrellas. 

Los locales afirman que las aguas de la laguna son curativas, así que no me podía marchar sin nadar en ellas, de esta experiencia solo puedo decir que el agua se siente diferente a la del mar u otros lagos y su olor es bastante particular.  Me relajo, nado un poco y tomo toda la buena energía que puedo de este hermoso lugar para continuar mi travesía.  Siguiente estación: Nasca.

viernes, 11 de marzo de 2011

Paracas y las Islas Ballestas


Sin lugar a dudas, durante éste viaje, Paracas (que significa "Lluvia de Arena") ha sido el lugar más decepcionante hasta ahora.  
Al acercarme en el bus me sentí llegando al paraíso, pues es una bahía de agua color turquesa enmarcada por el desierto (clasificado como el más seco del mundo frente al mar) y el cielo totalmente despejado hasta el horizonte donde se observan cientos de palomas, piqueros, pelícanos, gaviotas y otras aves.  Los barcos en la lejanía le dan un aspecto muy llamativo al paisaje y me hace pensar en lejanos lugares del mediterráneo (que no conozco pero que me imagino gracias a inumerables pinturas, fotos y películas que he visto).  Mis expectativas eran enormes acerca de éste lugar porque ha sido declarado reserva regional y es uno de los balnearios predilectos de locales y extranjeros, sin embargo, al bajar del bus todo era diferente. El mar es turquesa...visto desde lejos porque en la orilla (los primeros 4 o 5 metros) es oscuro debido a la cantidad de algas que tiene, las cuales se desprenden permanentemente y son arrastradas a la playa dándole a ésta un aspecto algo desagradable que empeora debido a la cantidad infinita de basura que dejan los turistas (muchos más este fin de semana pues estaban celebrando el Aniversario de la Provincia) y a los restos de pescado que tiran los pescadores una vez terminada su faena diaria.

Algunas paredes de casas en pie y la iglesia en parte destruída dan cuenta del fuerte terremoto que sacudió a esta zona en el 2007, y un muelle abandonado con su grúa y dos barcos son testigos de la "fiebre del oro blanco", es decir, de aquella época donde el guano representaba grandes riquezas y fue explotado por cientos de personas y empresas aqui en Paracas, pero que en la actualidad sólo es negocio de unos pocos (debido a la aparición de los fertilizantes artificiales) quienes lo recogen cada 6 años aproximadamente.

La tristeza que ésta "paradiasiaca reserva" me produjo fue opacada por el Maestro Pedro, un músico de unos 70 años (pescador cuando era jóven y tenía fuerzas para luchar con el mar y sus criaturas, dice él) se sentó a mi lado a la sombra de una de las únicas palmeras en el malecom y empezó primero a afinar su guitarra y luego a cantar (con una voz ronca y profunda acompañado de su guitarra o su cajón peruano) el más extenso repertorio de música criolla (peruana), cubana, colombiana y hasta algunos tangos.  Hablamos mucho de música y de lo bien que le caemos los colombianos (por nuestra alegría y amabilidad), me contó acerca de su esposa "una negra clarita" como él la llama, sus doce hijos (la mayoría músicos y/o bailarines), el terremoto que lo dejó sin casa y todas las cosas fascinantes que le han sucedido desde entonces.  
Pasan las horas entre letras y ritmos, llega el atardecer y el Maestro se despide para marcharse "porque su negra lo espera", veo caer el sol y decido reservar puesto para ir en lancha a conocer las Islas Ballestas, que es según dicen el lugar en el mundo con más aves marinas.
Ir a las Islas fue espectacular, pude escuchar y ver a los leones marinos (machos, hembras y sus crias), pinguinos de Humboldt que son pequeñitos y muy graciosos (diferentes a los gigantes que Disney nos ha mostrado toda la vida), pelícanos y miles de aves volando, anidando, alimentándose... Esta sí es la verdadera Rerserva y la naturaleza en todo su esplendor, lejos de Paracas y sus contrastes.

Feliz tomo el bus rumbo a Huacachina, porque aunque no lo crean éste es un oasis en Suramérica, pero esa es otra historia.

Lima


Llegué a Lima (al apartamento de Maria Sol una amiga de colegio) en la madrugada después de 9 horas de bus, eso si, el mejor bus en el que me he transportado en mi vida: era un bus-cama con servicio incluído de terramoza  (el equivalente a azafata o auxiliar de vuelo), cena y desayuno a bordo.  Las sillas son como las de clase ejecutiva en los aviones, y se recuesta el espaldar hasta quedar como en una cama, aaaaa??? que buen viaje.  

Maria Sol vive en Miraflóres, un distrito precioso de Lima, con su esposo Roberto y Milagros (una labradora enrazada con algo más) quienes esta semana también estaban hospedando a Victor, un amigo de ellos.  Nadie puede imaginar lo mucho y delicioso que comí en ésta ciudad.  Probé varios platos típicos de la cocina peruana como lomo saltado, causa rellena, ají de gallina, tatu-tacu, ceviche, arroz con mariscos, papa a la huancaína... todos deliciosos, pero el premio mayor se lo lleva la Cremolada de Lúcuma (un granizado absolutamente espectacular).


Lima es una ciudad que me cautivó, está en la costa del pacífico pero el aire es frío y no llueve debido a la corriente de Humboldt.  Tiene lugares muy interesantes, pero era imposible conocerlos todos así que estuve caminando por los distritos de Miraflores, Barranco y San Isidro.  Cada uno de ellos con su encanto particular, en el primero, sus inmensos parques llenos de flores, el Mercado Indio, la Huaca Pucllana (un centro ceremonial de la cultura Lima) y el malecom frente al mar; en el segundo, su estilo bohemio, excelente vida nocturna y el Puente de los Suspiros que según dicen le concede un deseo a quien lo cruce sin respirar (donde tuve la fortuna de escuchar en vivo "La Flor de la Canela") y el tercero con su Parque Olivar y la Huaca Huallamarca (una pirámide trunca en media ciudad, increible). 

No podía irme sin conocer el Centro Histórico, así que me tomó varios días caminar por la Plaza de Armas; la Iglesia de San Francisco con sus famosas catatumbas; la Plaza de San Martín (donde probé el Pisco Sour en un super hotel, nadie creería que estoy mochileando, jajaja); el Museo de la Inquisición y el Parque de las Murallas


Quien lo creyera pero fui a un karaoke y hasta canté junto con una argentina, un chileno, una inglesa, un japonés y un peruano-chino, definitivamente, en Lima hay de todo y para todos los gustos, eso si, no pude encontrar un lugar bueno para bailar salsa, ni mucho menos un buen parejo (tendré que conformarme con el karaoke). 


El último día, Pedro (uno de los peruanos con quien estuve viajando en el norte de Perú) me llevó a conocer el Barrio Chino donde las personas pagan a la municipalidad para colocar mensajes en los adoquines que se encuentran en el piso de la calle principal del barrio.  Aqui me invitó a almorzar a "La Buena Muerte" donde había música en vivo y la comida, sin igual...siendo ésta mi última cena, empaco maleta con tristeza por dejar a todos los que hicieron parte de mi camino en Lima y a quienes les quedo muy agradecida por sus atenciones, su tiempo y compañía.

jueves, 3 de marzo de 2011

Un poco de arqueología... Chiclayo y Trujillo


Si Perú tiene fama por su deliciosa gastronomía también la tiene por la cantidad de hallazgos arqueológicos en sus tierras (aqui se abre un hueco y se encuentra una pirámide, jajaja), algunos de gran importancia en las cercanías de Chiclayo y Trujillo, razón por la cual incluí ambas ciudades en mi ruta.

Chiclayo es una ciudad grande con mucho comercio, calles llenas de moto-taxis y rodeada de grandes plantaciones de caña de azucar y arroz.  Aqui recorrimos (los peruanos y yo) la Plaza de Armas y nos dirigimos a Túcume para observar las 26 pirámides que se encuentran en éste valle, entre las que estan: Huaca Larga (estructura de adobe más grande de Suramérica con 700 metros de longitud) y Huaca las Balsas a la que nos fue permitido ingresar y observar el trabajo actual que realizan en ella.  Todo hay que decirlo, y me acabo de enterar que las pirámides no siempre tienen la forma de las egipcias, sino que también existen las pirámides truncas (del estilo de todas las encontradas aqui) las cuales no finalizan en punta sino que son planas.    

Continuamos el camino a la ciudad de Ferreñafe para visitar el Museo Nacional Sicán que es el resultado de la investigación del Complejo Arqueológico Batán Grande donde se encuentra la antigua capital de la cultura Sicán.  Esta cultura, también conocida como Lambayeque, se formó después de la decadencia de la cultura Moche y sobresalieron por su arquitectura, orfebrería y sistemas de irrigación.  El museo tiene en exposición permanente el ajuar (litera, vasijas, piedras preciosas, conchas spondyllus, joyas, ornamentos rituales...) de una tumba de élite excavada en la pirámide Huaca Loro.

Finalmente, visitamos el Museo de Tumbas Reales donde se exponen los hallazgos originales del Complejo Arqueológico Sipán: el Señor de Sipán, Sacerdote, Viejo Señor de Sipán y otras tumbas importantes de la élite Moche.  Este hallazgo es uno de los más importantes descubrimientos arqueológicos del Perú pues contiene las primeras tumbas intactas (es decir, que no fueron profanadas por huaqueros) lo cual permitió el estudio de la estructura social, ritos y costumbres de esta cultura preincaica.
Todos los sitios visitados en Chiclayo fueron espectaculares, sin embargo, este último museo es IMPRESIONANTE debido a la cantidad de piezas excibidas, tales como orejeras, narigueras, pectorales, tocados, cuchillos, armas, collares... en oro, plata, cobre y piedras preciosas. Igualmente, los elementos en cerámica y murales expuestos dan una idea del esplendor y desarrollo de ésta cultura.

Continuamos la ruta sur y llegamos a Trujillo, también conocida como la "Ciudad de la Eterna Primavera" (que??? no, no, no, la ciudad de la eterna primavera es Medellín...en Trujillo hace muchisimo calor).  Aqui dormí en el peor hotel hasta el momento, pues resultó ser un motel, sin embargo, el cansancio fue más y no importó dormir con espejos en el techo, sirenas grabadas en las puertas de la ducha, afiches de mujeres desnudas, en fin...un antro, pero era tarde y nos quedamos ahí.  A la mañana siguiente, debí separarme con mucha tristeza de los peruanos pues ellos tomaban un vuelo de regreso a Lima.  
Por mi parte estuve recorriendo las calles del centro de Trujillo, la Plaza de Armas donde un señor me contó la historia del Monumento de la Libertad al rededor del cual se levanta dicha Plaza y desayuné en la Juguería San Agustín (mmmmm deli).  Quería recorrer más sectores de la ciudad, pero ésta me ha parecido bastante insegura, hay un policia cada 4 o 5 metros y todo el tiempo te estan advirtiendo que uses el morral hacia adelante y que no te alejes mucho de la plaza, razón por la cual decidí ir a conocer la Huaca Arco Iris (cuyo mayor atractivo es que unos estudiantes trataron de destruirla hace algunos años tirandole piedras) y la Huaca de la Luna que fue el principal complejo político-ceremonial de la cultura Moche (la misma del Señor de Sipán).  Las formas y colores de los murales en alto relieve son lo que más llamaron mi atención, sin embargo, para mí fue mucho más espectacular poder presenciar "La Marinera" (baile típico de la costa peruana) ejecutada por los campeones del concurso nacional de dicho baile. También pude ver los bailes típicos del centro del país (Huayno), de Lima (Vals) y de la población negra.  En definitivas, el folclor del Perú es hermoso.  

Luego, me dirigí a otro Patrimonio de la Humanidad, Chan Chan, la ciudadela de barro más extensa de América perteneciente a la Cultura Chimú quienes fueron posteriores a los Moche y además, colonizados por los Incas.  La ciudad tiene su atractivo, pero no se si ya estoy cansada de ver ruinas o no me gustó el hecho de que está restaurada en un gran porcentaje.

Finalmente, me dirijo a Huanchaco para conocer los famosisimos "caballitos de totora" que son embarcaciones diseñadas para las faenas de pesca... me quedo disfrutando del atardecer desde un muelle artesanal en compañía de Mari (inglesa), Miguel (peruano) y Carlos (peruano).  Damos media vuelta y dándole la espalda al sol nos alejamos para continuar nuestros caminos.  Mari pasará la noche en Huanchaco, Miguel se dirige a Cajamarca, Carlos regresa a Trujillo y yo, tomo el transporte hacia la capital peruana...Lima, aqui voy!!


lunes, 28 de febrero de 2011

Punta Sal y Máncora


Con Jacqueline, Oscar y Pedro tomamos una combi (microbus) que varios kilometros después se detuvo en la mitad de la nada y frente a un arco el conductor dijo..."chicos esto es Punta Sal".  Mochila en la espalda empezamos a caminar hasta llegar a los primeros hoteles y descubrir que esta es una playa hermosa de arena casi blanca y pocas olas que esta rodeada de un paisaje semidesértico por lo que el sol es implacable.  Debido a que Punta Sal es un balneario (con poco para hacer aparte de descansar) los precios son bastante altos si se comparan con Ecuador, sin embargo, la comodidad del hotel, la piscina con bar en su interior, la deliciosa comida, la poca gente y el silencio hacen que valga la pena... Pasamos la noche y antes de acostumbrarme a tanto lujo nos fuimos para Máncora donde encontramos una playa con bares, discotecas, restaurantes, comercio y mucho, mucho turismo, por lo cual hay infinidad de ropa y artesanías que quisiera comprar pero que en otra ocasión será.


Aqui estuve intentando surfear nuevamente, pero la olas son mucho más fuertes que las de Montañita (donde un amigo ecuatoriano me había dado algunas clases), así que fue más el tiempo que estuve flotando sobre la tabla o debajo del agua que el que estuve de pie.  Sin embargo, fue muy divertido porque para surfear aqui toca alejarse bastante de la playa y se veían los peces saltando por fuera del agua o inclusive a veces cuando braceaba podía tocarlos que iban nadando cerca.


Había escuchado muchisimo acerca de la vida nocturna en Máncora, pero al estar ahí no pude comprobar nada de lo que me habían dicho, pues la policía se encargó de hacer apagar la música en la mayoría de los bares por las noches, así que tocó conformarse con sentarse a conversar en la playa con unas cervezas y cocteles bajo las estrellas...nada mal, no? 


Nuevamente, es hora de empacar y seguir el camino; me uno a la ruta de los peruanos y nos vamos rumbo a Chiclayo, no sin antes pasar por Piura para comprar Chifles (rodajas de plátano verde con sal que se fritan en leña de algarrobo, lo que le da un aroma y gusto especial. Se sirve acompañado de cancha o maíz tostado) y así satisfacer el antojo de todos.


Nota:  Si van a visitar Máncora les recomiendo el Hostal Kokopelli... búscalo en internet.

sábado, 26 de febrero de 2011

Entre Ecuador y Perú


Salí de Guayaquil en un bus internacional (CIFA) con destino Tumbes (Perú) y puedo decir que éste ha sido el trayecto más extraño de mi vida.  Antes de ingresar al bus, los pasajeros fuimos requisados por una mujer que después observé no pertenecía a la empresa de transporte sino que era una vendedora en las casetas cercanas a los buses, quien una vez terminó las requisas se acercó a un hombre que le pasó dinero disimuladamente.  El bus salió del terminal y a los diez minutos se subió un hombre que sacó un chaleco antibalas de un morral y se fue durante 3 horas de pie cerca al conductor observando a los pasajeros (cuando alguien deseaba ir al baño el iba y le abría la puerta, esperaba y cerraba una vez la persona volvía a su puesto).  Antes de llegar a la frontera el bus se detuvo repentinamente y detrás del él se detuvo un taxi de donde se bajaron dos hombres que se internaron rápidamente en los cañaduzales...unos minutos despues (y antes de llegar al puesto de migración ecuatoriano) se bajo el señor del chaleco en la mitad de la nada... ¿qué pasaba en el bus? ni idea, pero en mi opinión: no es normal.

Dejando ésto de lado, el recorrido fue tranquilo y acompañado de tres, digo 4 películas de Jean-Claude Van Damme...así que dormí casi todo el tiempo.  A las 5pm llegamos a migración de Ecuador, sellé la salida en mi pasaporte y ... "bye bye Ecuador".  Regresamos al bus y 20 minutos después bajamos en migración de Perú, sellé mi pasaporte, llené la tarjeta andina y crucé mi segunda frontera del viaje... "Aloha Perú".

Finalmente, nos bajamos en Tumbes (la idea era seguir para Máncora pero ya era tarde) y junto con Jacqueline, Pedro y Oscar (peruanos) fuimos a buscar un hotel para pasar la noche.  Salimos juntos a comer, me prestaron dinero pues yo solo tenía dólares y me invitaron a tomar "cremolada de lúcuma" una fruta dulce y deliciosa que espero saborear muchas más veces.  Al siguiente día recorrimos las calles, la plaza de armas, el mercado, cambié mis dólares por Nuevos Soles y nos fuimos para Punta Sal... pero esa es otra historia que viene a continuación.

Para la playa... Montañita al fin!


Después de tantos días de sierra y selva no veo la hora de llegar a la playa, así que tomé un bus que me llevó de Baños a Riobamba donde dormimos en la casa del hermano de Lizbeth.

Riobamba es una ciudad con calles empedradas, algunas construcciones coloniales, bastante historia y helado de paila (delicioso como en Pasto), aqui visitamos el Museo del Banco Central y aprendimos un poco acerca de las comunidades indígenas del Ecuador a partir de los hallazgos arqueológicos.  Luego, recorrimos los parques y calles de la ciudad y tomamos un bus para conocer a "Fray Lázaro de Santofimia" el primer guardian del Convento de Nuestra Señora de la Asunción, más conocido como la Momia de Guano (y según decían única momia de Sur América).  En Guano probé la "chicha huevona" típica de la región y puedo decir que no sabe rico pero emborracha. 

Al siguiente día desperté emocionada por tomar el tren y hacer el recorrido hacia la Nariz del Diablo, fuimos a la estación del ferrocarril pero descubrimos que se encontraba cerrada más de la mitad de la via por reparaciones así que "en otra ocasión será" y decidimos salir hacia Montañita.

                                                 "En el mar la vida es más sabrosa...
                                                     en el mar te quiero mucho más...
                                                     con el sol, la luna y las estrellas...
                                                         en el mar todo es felicidad"


Montañita... paraíso de mochileros, surfistas, artesanos, rumberos y malabaristas.  Tierra de todos y de nadie tiene rumba, mucha rumba de lunes a sábado...pierdes la noción del tiempo y sólo te das cuenta que llega el domingo porque en Ecuador no se permite vender licor ese día y por las cientos de personas que llegan a pasar el día en la playa.  

En cuatro cuadras se concentran todos los bares, restaurantes y discotecas del pueblo, en donde los turistas caminan de un lado a otro hasta que deciden donde divertirse cada noche.  Hay variedad de discotecas (aunque el regueton suena en la mayoría) pero el mejor lugar de Montañita es "Hachis" un bar restaurante con música en vivo (son cubano, reggae, cumbia...) donde es imposible aburrirse.  

En las mañanas playa y surf... y en la noche cerveza y reggae... bueno y algo de "trabajo", pues como dicen acá: salí algunos dias a "parchar", es decir, me apropié de una esquina, organicé una mesa con mantel (prestado por Alex un artesano paisa) y puse a la venta las artesanías en semillas que había comprado en la selva.  De esta experiencia puedo decir que es más dificil de lo que parece...los artesanos se pasan la mayor parte del tiempo elaborando piezas a las que deben invertirle mucho tiempo y creatividad... el resto del día tratan de vender sus creaciones que en muchos casos no son apreciadas y por las que los compradores desean pagar muy poco.  Muchas veces ellos no venden ningun artículo en uno o más días, pero en otras ocasiones venden hasta 80 dólares.  Por mi parte, vendí algunos collares, aretes y pulseras, hice varios amigos, conocí una realidad totalmente ajena a mi vida, viví la solidaridad entre desconocidos y gané varios dólares pero decidí que definitivamente, la vida del artesano no es para mi y hoy aprecio mucho más mi profesión.

Llegó el sábado y en las calles no había espacio para una persona más, colocaron "cover" para entrar a las mejores discotecas, había camping en la playa y el ruido de varios parlantes sonando música diferente al mismo tiempo... se sentía más gente que en el metro durante la hora pico, decido que es suficiente, Lizbeth debe regresar a su ciudad así que me quedo una noche más y luego arranco hacia la siguiente frontera...Perú.

Baños de Agua Santa


Más conocida como Baños es una ciudad pequeña y muy turística en las cercanías del volcán Tungurahua.  Excelente sitio para explorar la sierra ecuatoriana y practicar deportes extremos como canopy, puenting, treking, entre otros, nadar en aguas termanles o recorrer los bares y discotecas (recomendadisimo el bar-discoteca Leprechaun con fogata en el interior y música en vivo).
Ese día conocimos a 5 argentinas, un argentino, un colombiano y un ecuatoriano quienes nos invitaron a hacer pizzas al carbón en su camping.  Estuvimos consiguiendo leña, cantando, bailando (cumbia argentina), cocinando por 4 horas que parecieron mil, pero la pizza quedó deliciosa y pasé el antojo que tenía.  

Al siguiente día, con Lizbeth, alquilamos dos bicicletas (a 5 dolares cada una) e hicimos el recorrido de las cascadas donde conocimos la de Agoyán, el Manto de la Novia, San Pedro, San Jorge y el Pailón del Diablo lo cual nos tomó casi 6 horas.  En una de las cascadas tomamos una taravita y pasamos de un lado al otro de la montaña (medio km aproximadamente) donde hicimos un pequeño sendero ecológico.  Luego, continuamos nuestro camino y en el Rio Verde estuvimos remando y descansando en un bote inflable por media hora.  

Finalmente, fuimos a ver la cascada El Pailón del Diablo, enorme y espectacular, sus orillas son de lava volcánica y su caída de varios metros de altura y muchisima agua llega a algo similar a un cántaro gigante donde el agua se ve transparente y relativamente calmada; ahí pareciera tomar fuerza y caer con mucha más fuerza.  Para acercarse a esta cascada se debe pasar por los senderos que Antonio, un canadiense, ha construído y usar los balcones que permiten ver todo el espectáculo.  El cobra 1 dolar por caminar por su jardín encantado (al cual llama "la puerta de la verdad"), pero le caí bien y solo nos cobró la mitad...además, pudimos hablar con el un buen rato y contagiarnos de su buena energía.  El paseo en bici fue divertido, pero definitivamente caminar en los alrededores de esta cascada hizo que valiera la pena tanto pedalear.  Paramos un camión, subimos las bicicletas y regresamos a Baños para salir a los bares en la noche, tomar unas cervezas y enseñarle algunos pasos de salsa a unos franceses que conocí.

En la mañana despertamos para ir a los termales, pero fue imposible porque la cantidad de gente nadando era demasiada, así que regresamos al hostal, empacamos maleta y tomamos un bus con destino a Riobamba.

jueves, 17 de febrero de 2011

En la selva...


Estando por estas tierras aprendí que Ecuador se divide en tres regiones: Costa, Sierra y Oriente.  Hasta este momento del viaje había estado en la Sierra todo el tiempo, pero modifiqué mi ruta para conocer la Amazonía (en el Oriente) gracias a la invitación que me hizo Lizbeth (la ecuatoriana que conocí en Ibarra).

Salí de Quito y en 5 horas ya me encontraba en el "pulmón del planeta", exactamente en Archidona, que es la ciudad más antigua de la región.  Aqui, me hospedé en la casa de Liz y su familia donde pude probar varios platos típicos de la región y hacerme una pequeña idea de la selva y lo que es vivir aqui.  
Con sus amigos fuimos al Zoo el Arca donde lo que más me gustó fue un animal que llaman Cuchucho (es parecido a un zorro).  Esta especie (al igual que las demás) la tienen en una jaula grande pero uno de ellos vive por fuera ya que nunca deja el lugar, además, siempre acompaña a los turistas en el recorrido.  
De aqui, tomamos las bicicletas rumbo a las Cavernas de Jumandy donde ha sido la primera vez que hago EspeleologíaUn guía nativo nos hizo el recorrido de varias horas entre el agua, la oscuridad y los pasadizos (solo acompañandonos de su voz y tres linternas).  Aqui pude observar uno de las múltiples dificultades que vive la región y es que las empresas privadas y estatales poco a poco se van adueñando de los terrenos de los indígenas y los van desplazando de sus tierras quitándoles la oportunidad de continuar con sus tradiciones.

Al siguiente día, fuimos a Tena (ciudad principal de la región) y para mi sorpresa es mucho más grande de lo que esperaba.  A quienes vayan alguna vez, les recomiendo el bar "La Araña" y por supuesto el coctel "Coco-Ron"...delicioso. 

De nuevo, este asunto de viajar sin ruta fija me sorprendió, pues durante la semana estaban celebrando las Feria de la Provincia, así que había toda clase de eventos y comida reunidos en un mismo lugar.  A pesar de que no pasamos mucho tiempo en la Feria pude observar los trajes típicos de algunas comunidades indígenas, así como sus aretesanías y aproveché a comprar algunas para negociarlas más adelante en el viaje...(la sangre paisa se despertó otra vez).

Finalmente, me llevaron a Misahualli, un puerto donde se unen dos rios y cuyo mayor atractivo son los micos que todos los días se pasean por sus calles.  Desde este puerto salen muchisimos tours para la selva, pero no pude tomar ninguno porque los precios son altísimos, siendo el más costoso un plan de 6.000 dolares para 4 personas por 4 días...mmmm creo que esto será en otra ocasión (o en otra vida? jajaja).

Después de disfrutar varios días del clima, de las personas y de la comida de esta región, empacamos la mochila (digo empacamos porque para la tranquilidad de mi familia y amig@s a partir de ahora Liz me acompañará por unos días, hasta llegar a Machu Pichu creo) y tomamos el bus para ir a uno de los sitios más turísticos de Ecuador:  Baños de Agua Santa.

lunes, 14 de febrero de 2011

Quito


Uuuuuffffff que ciudad tan grande!.  Después de varios días recorriendo pueblos y pequeñas ciudades, llegar a Quito fue enfrentarme a la inmensidad, al caos de las capitales, la velocidad con que se mueve la gente por las calles, los pitos de los carros, los trancones...   Tomé el Ecovía y el Trole (son como el transmilenio de Bogotá) para desde la distancia de la ventana observar un poco de la esencia de la capital ecuatoriana.


Aqui tuve la suerte de hospedarme en la casa de Jaime, un amigo de mi hermano Nicolás.  Él y su familia me hicieron sentir como en mi propia casa y pude descansar por unos días de los hostales, además, me quité el antojo que traía desde Colombia de comerme una arepa con queso. 
Juan Manuel, hijo de Jaime, me llevó a recorrer el Centro Histórico de Quito, que fue declarado por la UNESCO como Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad.  Al caminar por sus calles te sientes como en otra época, las fachadas son coloniales, las calles empedradas, las plazas gigantes, las iglesias imponentes y las esculturas por doquier. Estuve en varias ocasiones en el centro histórico tratando de vivir, más que de recorrer, sus calles .

Visitamos la Plaza Grande o Plaza de la Independencia, la cual reune los edificios con mayor poder polìtico y religioso de la ciudad, entre ellos: el Palacio Presidencial, la Catedral, el Palacio Arzobispal, la Municipalidad y la casa del Alcalde.  Luego, fuimos a La Basílica y subimos por estrechas y empinadas escaleras a la torre del campanario (aproximadamente 15 pisos), de donde hay una vista hermosa de la ciudad.  Caminamos por la Calle de las Siete Cruces que tiene gran importancia histórica, cultural y religiosa debido a que en ésta calle caminaron Bolivar y Sucre; vivió Manuelita Saenz ("la libertadora del libertador"); se levantaron templos monumentales; se reunieron los padres de la patria para proclamar la independencia; se dió el primer grito de libertad en America y además, tiene la arquitectura más representativa de la época colonial, entre otros.

Me llamó mucho la atención una iglesía donde viven monjas de clausura, quienes se permiten hablar una hora al día.  Ellas fabrican ungüentos, vinos y medicinas naturales que venden al público por una ventana giratoria que las mantiene ocultas de los ojos curiosos.


En otra ocasión, en éste mismo sector de la ciudad visité "La Ronda" (con dos brasileros que conocí en la mitad del mundo), una calle angosta y empedrada con aire bohemio cuyas construcciones en tierra hoy son cafés, bares, restaurantes y almacenes de obras de arte.  Al llegar a ella te dan ganas de quedarte y entrar a cada uno de los sitios, todos llenos de detalles y leyendas (¿o historia?).

De aquí, me dirigí al Centro Cultural Metropolitano, y por pura casualidad estaba la exposición "World Press Photo 2010".  WPP es una organización de los Paises Bajos que cada año invita a los fotografos de prensa internacional a participar en su concurso de fotografía (que es el más prestigioso del mundo).  Las imágenes ganadoras del consurso se pueden ver en una exposición itinerante que pasa por 100 ciudades, y a mi me tocó en Quito, al respecto solo puedo decir: wooowww!!!  Las imagenes me dejaron sin palabras, sobretodo porque la mayoría eran demasiado fuertes (muertes, guerra, dolor, sufrimiento) y otras cuantas realmente hermosas para mi forma de ver.  Por Colombia, sólo había una fotografía ganadora, que a mi parecer no colabora para nada con la imagen del pais, se trataba de un adolescente asesinado en una de las comunas de Medellín... me dio hasta tristeza ver esta foto, pero esa es una de nuestras realidades y para mi tranquilidad las imágenes captadas en otras latitudes eran peores.


Entrada la noche fui a La Mariscal, más exactamente a la Plaza Foch, que es una de las zonas de rumba más importante de Quito (con toda razón).  Caminé por todas sus cuadras, entré a conocer diferentes bares entre ellos uno llamado "La boca del lobo" donde me comí una bobadita (porque es absurdo visitar la Plaza Foch y no entrar a este sitio sin igual), me antojé de las artesanías que vendían y me tomé un café en Juan Valdez (donde el café no sabe al que nos sirven en Colombia, pero bueno).


Al siguiente día fui a la Mitad del Mundo, quiero decir, a las dos mitades del mundo.  Primero, fui al Monumento que por cierto, recomiendo no ir, cobran 2 dolares para entrar y no hay nada de interesante...lo cual se vuelve menos interesante cuando te enteras que éste monumento no está en la mitad del mundo, sino que dicho punto se encuentra a 500 metros en el Museo Inti Ñan (según la última medición que se hizo con un GPS militar), a donde si vale la pena ir a pesar de los 3 dolares que cuesta la entrada. 
El museo tiene guias bilingües que hacen el recorrido contigo tanto si vas solo como en grupo.  A mi me tocó el recorrido con un grupo de 10 chilenos, así que fue divertido.  En éste museo, te cuentan un poco sobre las comunidades indígenas de la región (viviendas, vestuario, alimentación, creencias...), y cómo ellos desde hace muchisimos años ya habían trazado la Ruta del Sol y utilizaban este conocimiento para especificar las épocas de siembra y cosecha.  Hay demostraciones del Efecto Koriolis, el cual dice que las fuerzas en los hemisferios norte y sur giran en sentidos opuestos, razón por la cual en el ecuador chocan y se anulan. La primera demostración fue balancear un huevo sobre un clavo, lo cual logré después de varios intentos.  Luego, fue la prueba del agua, la cual consiste en un recipiente cuadrado con un hueco en el fondo al cual le agregan agua y unas hojitas.  Primero, colocan este recipiente sobre la linea ecuatorial y al quitar el tapón, las hojitas bajan de forma perpendicular sin girar pues no se forma remolino en el agua. Después, mueven el recipiente un metro hacia el sur y repiten la prueba, esta vez las hojitas giran en el sentido de las manecillas del reloj cuando baja el agua por el drenaje. Finalmente, mueven el recipiente hacia el norte y las hojitas giran en contra de las manecillas del reloj.  
Terminé el recorrido del museo y tomé el bus para regresar a Quito.  Visité el Parque El Ejido... inmenso y supremamente concurrido, hay artesanías, alquilan bicicletas, las personas hacen ejercicio o simplemente descansan en el suelo.  Aquí me encontré de nuevo con el Ecuaboley (así se escribe) que es una variante del volleyball, pues se juega con un balón de futbol y 3 jugadores en cada equipo (esta vez decidí no jugar, pues en Otavalo lo hice y mis dedos estuvieron adoloridos por varias horas).

Después de mucho pensar decidí que el tiempo nunca alcanza para todo lo que se puede hacer en esta gran ciudad, además, la lluvia ha sido constante (de los 5 dias en Quito, 3 dias fueron de lluvia) y las ganas de playa, brisa y mar son más.  Empaqué mi maleta y arranqué rumbo a la selva.